México y la IA, ¿es hora de regular su uso?

MORELIA, Mich., 3 de abril de 2025.- La regulación de la inteligencia artificial (IA) es tema de debate en todo el mundo y México no es la excepción.
De acuerdo con un comunicado de la UNAM Global, en febrero de 2025, líderes y expertos globales en la materia se dieron cita en Paría, Francia, por primera vez, en la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial, para plantear fundamentos científicos, soluciones y normativas para que esta tecnología sea más sostenible, pues, además de ser una herramienta poderosa, es una fuente de dilemas éticos y legales.
Pedro Salazar Ugarte, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, afirmó que la IA no es en realidad algo nuevo, pues ya desde mediados del siglo 20 se buscaba que las máquinas generaran razonamientos similares a los del humano. En 2022, hubo un avance exponencial y surgieron los primeros modelos de IA generativa capaces de crear texto, imagen y sonido a velocidades impresionantes, lo cual nos ha llevado a reflexionar sobre las implicaciones de ello.
“El principal desarrollador –y que todavía tiene el liderazgo– es Estados Unidos de América (EUA). En el pasado hubo algunos intentos de establecer normas, pero el gobierno actual de ese país tiene una política de cero regulación. Por su parte, los marcos regulatorios para la IA en Europa siguen una lógica de riesgo y han colocado algunos derechos, como la privacidad y los datos personales, en el centro de la ecuación”, explicó.
Otra nación relevante es China, que ha logrado avances similares a los de Estados Unidos a un costo menor. El gigante asiático regula sus desarrollos en tecnología con una visión geopolítica que pone como destinatario principal al pueblo chino, con la meta de ser líder global en 2030.
¿Y México? A partir de esta breve revisión internacional, el especialista aconsejó reflexionar sobre qué normas podríamos imponer a los grandes desarrolladores en el país. ¿Sería sensato plantear una estrategia de regulación cuando en realidad somos usuarios y no generadores de IA?, cuestionó.
Nuestra nación se encuentra en una fase incipiente de discusión. Aunque se han presentado iniciativas legislativas sobre el tema desde 2020, aún no hay una normativa clara ni una estrategia nacional definida. “Estamos en un punto clave; si no actuamos pronto podríamos enfrentar problemas graves en el futuro”, destacó Salazar Ugarte.
Estados Unidos, Canadá y México –prosiguió– aún tienen un tratado de libre comercio (el cual no sabemos si sobrevivirá) con un capítulo sobre tecnología. La pregunta es cuál será la estrategia del Estado mexicano en la materia al renegociar el T-MEC. Es ahí donde las tensiones se ponen interesantes, porque si nuestro país intenta regular al estilo europeo, tendrá un “encontronazo” con el gobierno estadunidense.
Entre 2016 y 2017, México fue la primera nación en poner a debate la importancia de la IA; por lo que deberíamos retomar aquel discurso estratégico y llevarlo a los foros internacionales en los que se aborda el tema. “Se han formulado múltiples iniciativas en ambas cámaras del Congreso, con mayor o menor tino, pero ninguna ha prosperado ya que no podemos proceder en la materia sin antes preguntarnos por qué queremos regular la inteligencia artificial y qué es lo que deseamos normar de ella”.
Uno de los principales puntos a discutir es cómo innovar sin vulnerar los derechos de las personas. Mientras algunos argumentan que una regulación excesiva frenaría el desarrollo tecnológico en la nación, otros advierten que la falta de normas transparentes podría generar abusos y desigualdades. “Necesitamos reglas claras que protejan a los ciudadanos sin ahuyentar la inversión en tecnología”, declaró Salazar.
Asimismo, señaló que es necesario reflexionar sobre si esta regulación tendrá un carácter horizontal, es decir, si será una ley general. Para el universitario, cualquier intento que hagamos debería tener unos principios mínimos muy generales, porque la velocidad de esta tecnología desactualiza cualquier marco normativo en cuestión de minutos. “Lo recomendable sería regular por ámbitos temáticos en los cuales aparezcan normas que limiten los riesgos y potencien las oportunidades”.
Tres pilares
Para el experto en derecho y tecnología cualquier planteamiento debe basarse en tres pilares: ética y transparencia (es decir, los algoritmos deben ser audibles y explicables, sin sesgos discriminatorios); protección de datos (que garantice la seguridad de la información personal utilizada por la IA) y supervisión y responsabilidad (con mecanismos de control para prevenir abusos y asegurar la rendición de cuentas).
“Es necesario que tal regulación defina qué entendemos por inteligencia artificial, pues en ocasiones los desarrollos se venden bajo dicha denominación cuando no tienen nada que ver. Una mala propuesta puede ser costosa; por tanto, hay un desafío de entendimiento y comprensión previo a cualquier intento. Se requiere un diálogo amplio entre expertos, legisladores, empresas y sociedad civil para contar con un marco regulatorio adecuado. La IA no es el futuro, es el presente y debemos estar preparados. La tecnología llegó para quedarse y debemos entenderla y aprovecharla mejor”, subrayó Salazar Ugarte.
“Me gusta imaginar que México creará sus propias tecnologías y que, de aquí a 10 años, formará a una generación de hombres y mujeres capaces de aprovechar y usar innovaciones nacionales, y que generen desarrollo científico, tecnológico y económico con inclusión social”, finalizó.