México, inmerso en claroscuros: José Antonio Garrido
MORELIA, Mich., 7 de julio de 2017.- México se encuentra inmerso en claroscuros, en más sombras que luces. Hay factores internos y externos que desconfiguran el rostro nacional y lo exponen a la fragilidad, al desequilibrio, al riesgo, de tal manera que los costos económicos y sociales de su restauración podrían resultar demasiado costosos para la sociedad.
Tal es, a primera vista, el diagnóstico que planteó el economista José Antonio Garrido Mejía, tras realizar una radiografía de México, “un todo nacional, dijo, en el que Michoacán, con sus atractivos turísticos y su producción agrícola, está atrapado en una crisis que lo ahoga”.
En entrevista exclusiva para Quadratín, el especialista denunció, en primer término, la corrupción e impunidad crecientes y en ocasiones hasta imparables, que se registran en todos los ámbitos públicos del país, y no solamente en el federal, sino en gran cantidad de entidades y municipios, y evidentemente en los distintos niveles.
Lo más grave, advirtió, es que en no pocos espacios del sector oficial se siguen practicando acciones opacas, actos que atentan contra la transparencia en el manejo de las finanzas públicas y que definitivamente ofenden a los mexicanos, y más en una época de crisis acentuada en la que cada peso es fundamental para evitar que la nación se desmorone.
Entre llamadas telefónicas e instrucciones a sus subalternos, porque “en el caso de las empresas privadas tenemos que multiplicar esfuerzos para sobrevivir en un entorno negativo”, el ex dirigente del sector privado michoacano consideró que si la corrupción y la impunidad son absolutamente reprobables, la deuda pública de los gobiernos estatales es un nocaut a la población, al desarrollo, a la implementación de programas de beneficio colectivo.
Tal endeudamiento, prosiguió, debilita la capacidad financiera de las instancias gubernamentales en distintas entidades del país, entre las que destaca, desde luego, Michoacán, lo cual obstaculiza concretar obra pública y otorgar servicios que son responsabilidad del sector oficial.
No obstante, argumentó que el Gobierno Federal tendrá que apoyar con ciertas fórmulas a los estados que se han endeudado con tanta exageración. Es fundamental diseñar y aplicar una estrategia inteligente y realista para maximizar y racionalizar el gasto público, y hasta evitar nuevos endeudamientos, opinó.
En el caso de Michoacán, Garrido Mejía fue más allá de esquemas de reestructura y disciplina en el gasto público, pues necesitamos atraer inversiones productivas, tanto nacionales como extranjeras, que generen empleos y riqueza, recursos que se queden aquí, en el estado, no que emigren a otras entidades o a algún país, aseguró.
Refirió que paralelamente, el Gobierno de Michoacán, en total coordinación con la Federación, tendrá que emprender esfuerzos para combatir las acciones delictivas, facilitar los trámites burocráticos, dar certidumbre jurídica a los capitales productivos y establecer verdaderos esquemas de incentivos.
Por sí solos, la producción agrícola sin valor agregado, los grandes atractivos turísticos y los yacimientos minerales, no estimularán el establecimiento de industrias ni la afluencia de visitantes, ya que nadie desea exponer su integridad y sus recursos económicos en un lugar donde la seguridad, los problemas sociales y la falta de crecimiento todavía son asignaturas pendientes, precisó.
El ex líder automotriz, de los comerciantes y de Coparmex Michoacán, señaló a los migrantes como parte fundamental de la economía michoacana, los cuales, advirtió, en caso de que las autoridades de Estados Unidos de Norteamérica, encabezadas por Donald Trump, endurezcan sus políticas, podrían ser expulsados a sus lugares de origen.
Manifestó que en ese sentido, la fortaleza que hasta el momento ha tenido Michoacán con la recepción de cantidades millonarias por concepto de divisas, podría tornarse en problema económico y social, pues los empleos actuales son insuficientes, no existe una estrategia gubernamental para mantenerlos ocupados, las empresas actuales se encuentran estancadas y la crisis es severa en la región y a nivel nacional.
No descartó que se cumplan las expectativas de concretar la Zona Económica Especial de Lázaro Cárdenas, lo cual dependerá, insistió, de las acciones gubernamentales y los recursos que se apliquen; aunque su verdadero éxito consistirá en que los beneficios económicos se derramen en todo en estado de Michoacán y favorezcan a las empresas, a los trabajadores, a sus habitantes, agregó.
La Zona Económica Especial de Lázaro Cárdenas no solamente debe ser un enclave económico, anticipó Garrido Mejía, quien aseveró que tiene que derramarse el apoyo federal en toda la entidad, para lo cual se necesitará un plan que también incluya a las inversiones locales. “Así, Michoacán poseerá un sector colateral que propiciará mayor número de empleos y riqueza”, enfatizó.
Mencionó, igualmente, que los parques industriales que existen en el territorio michoacano se encuentran totalmente abandonados. La realidad de la hora contemporánea plantea la construcción de parques fabriles modernos y funcionales, estratégicos, que respondan a las necesidades productivas y cuenten con logística, afirmó el economista.
Expuso que es complejo y arriesgado calcular la informalidad, pues es imposible, por no estar en lo formal, hablar acerca de sus porcentajes y otros datos; pero algunos estudiosos en el tema sugieren que representa entre 30 y 40 por ciento, principalmente en materia de incorporación de empleos, problema que de no actuar en Michoacán e incluso en otras regiones del país, podría incrementarse con los consecuentes daños a la economía local y nacional, advirtió.
Por otra parte, Garrido Mejía dijo que dentro de las luces y sombras que envuelven a México, destaca el tipo cambiario que se ha logrado estabilizar entre 18 y 18.50 pesos por dólar. Se nota cierta mejoría e incluso el Banco de México tiene reservas por 174 mil millones de dólares, monto que da certidumbre, aunque seguramente seguirá la inquietud ante diversos factores internos y externos, pronosticó.
Criticó el encarecimiento del dinero para las empresas y la sociedad. La tasa de interés de referencia se ubica en siete por ciento, más tres y hasta 15 puntos porcentuales que aplican las instituciones bancarias, tendencia que afecta el financiamiento de las empresas y de la población, señaló el economista, quien admitió que se trata de una situación que indudablemente atenta contra la demanda interna.
Otra sombra es, precisamente, el tema inflacionario que ha rebasado el seis por ciento, a pesar de que el Banco de México estime que se reducirá durante el segundo semestre. “Lo cierto es que se encuentra muy por encima del tres por ciento que se pronosticó oficialmente”, subrayó.
El economista moreliano indicó que si bien es cierto han mejorado las expectativas de crecimiento económico y algunos especialistas lo ubican para este año en 1.5 e incluso hasta en dos por ciento, en agosto se revisará el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, cuyos resultados podrán ser positivos o negativos, según los factores e intereses que se presenten.
Tras insistir en que la generación de empleos es otra asignatura pendiente en el territorio nacional, a pesar de los informes oficiales, insistió en que la amenaza estadounidense está latente y que no existen estrategias por parte de las autoridades federales y de los estados para enfrentar una contingencia de tal magnitud.
Garrido Mejía argumentó, finalmente, que dentro de los claroscuros, se perciben más sombras que luces, motivo por el que es urgente convocar a los diferentes sectores y juntos, sociedad y autoridades, trabajar en el diseño y aplicación de estrategias y proyectos integrales que impacten en el fortalecimiento de la economía nacional y local.