Mesura de Macarena queda atrás por falta de comunicación de Quintana
MORELIA, Mich., 29 de noviembre de 2017.- María Macarena Chávez Flores es una diputada mesurada, a la que no le gusta el conflicto, pero este miércoles explotó y le reclamó a su coordinador, Carlos Quintana Martínez, no haberle avisado siquiera quién iba a ser el Auditor Especial de Fiscalización Estatal de la Auditoría Superior de Michoacán.
Ante la reportera, con las dos cédulas que no utilizó en mano, la de Sergio García Cedeño y la de Marco Antonio Hernández Pedraza, la legisladora le espetó a Quintana Martínez: “Aquí están mis cédulas, para que vean por quién vote, no vayan a pensar que yo anulé mi voto; yo sí digo las cosas de frente, yo sí vote a pesar de que nunca me dijiste quién iba a ser el auditor. Anoche tomaron la decisión y no me dijeron”.
Era claro que había dado su voto al candidato del coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, Luis Gerardo Barajas Sandoval, aunque ella hubiera preferido a Sergio García Cedeño, su asesor, pero también de varios otros en pasadas legislaturas y quien obtuvo la mejor calificación en el examen de conocimientos y el mejor desempeño en la comparecencia ante los diputados integrantes de la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior de Michoacán.
En entrevista, Chávez Flores lamentó que se utilice a las personas que atienden las convocatorias del Congreso del Estado, que se gasten recursos del erario en publicar las convocatorias en medios de comunicación y que se haya molestado a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para que elaborara el examen que no se tomó en cuenta.
“Yo me lamento mucho, soy un voto, soy una línea dentro del partido y no puede hacer más nada; yo soy integrante de una fracción y nunca me ha gustado llegar al conflicto, para afectar más, respeto la decisión”.
Debido a eso, se especuló que un voto anulado era el de ella, porque en el conteo de las cédulas, 33 fueron a favor de Barajas Sandoval y cero para García Cedeño y Hernández Pedraza, pero trascendió entonces que el voto anulado fue el de la presidenta de la Comisión Inspectora, Yarabi Ávila González, quien incluso se resistió a firmar el dictamen, aunque finalmente cedió al acuerdo político.
Quintana Martínez rechazó que siga habiendo cuotas partidistas o personales para ocupar los puestos que designa el Congreso del Estado, y sostuvo que se cuidó el perfil y que no estuviera colaborando actualmente con ninguno de los legisladores, aunque aceptó que apenas hace tres meses el nuevo Auditor Especial de Fiscalización Estatal laboraba con él.
“Cumplimos dentro de la terna, se tomó la decisión como grupo parlamentarios, ese fue el consenso”, indicó Quintana Martínez.
El acuerdo político y la disciplina partidista prevalecieron sobre el discurso de profesionalizar la Auditoría Superior de Michoacán y también la falta de sensibilidad, porque después del engaño, designaron a María Macarena Chávez Flores como parte de la comitiva de cortesía para que introdujera al nuevo funcionario al pleno y rindiera protesta y, aunque titubeó, lo hizo.