Los bosques se han terminado y la madera es cara: artesano de Cuanajo
PÁTZCUARO, Mich., 14 de junio de 2021.- Los bosques se han terminado, y hay personas que van a vender madera a los artesanos de Cuanajo, pero es muy cara, señala Gilberto de Jesús, artesano de madera de esa comunidad del municipio de Pátzcuaro, quien tiene 73 años y se mantiene del oficio de la madera.
Ejerce el oficio desde que tenía unos 15 años, cuenta. Actualmente tiene dos hijos, uno de ellos es profesor, y el otro le ayuda a sostener el trabajo artesanal.
El hombre nació en Cuanajo, una tenencia de Pátzcuaro y un lugar donde tradicionalmente se trabaja la madera. Renta el local donde tiene la tienda. Dice que todos los trabajos que hace tienen su lado complicado, algunos más que otros, dependerá de lo que pida el cliente.
Uno de los grandes problemas del oficio, confiesa, es que ya se acabaron los bosques, y aunque ya han reforestado, esas nuevas plantas podrán ser explotadas hasta dentro de unos 15 o 20 años cuando se convierten en árboles, mientras tanto no habrá materia prima. Algunas personas se aprovechan de eso y llevan madera a Cuanajo, aunque casi siempre es muy cara, expone Gilberto.
A la semana, solo puede hacer un mueble, un ropero quizá o una mesa, y es lo único que alcanza a hacer durante ese periodo de tiempo, porque reconoce que ya está cansado a sus 73 años. Para hacer este mueble, se puede llevar por lo menos 600 pesos solo del material.
Actualmente hay días que algo vende, y otras veces ni para un vaso de agua saca; "nomás me voy sin nada la casa", expresa, y aunque agradece no haberse enfermado de Covid 19, antes de la llegada de esta enfermedad, la venta era mucho más regular.
Con lo que saca de la tienda de muebles, viven él y su esposa; sus hijos ya se independizaron. Dice que va a trabajar hasta donde le permita el cuerpo, "unos 80 años y ya", dice, aunque reconoce que ya a sus 73 años le cuesta mucho esfuerzo hacer muebles; "cuando uno está joven, sí le echa ganas, pero ya ahorita…", expone sin terminar la frase, dejándola a la interpretación.
Aprendió un poco del oficio con su padre, aunque fortaleció los conocimientos en lugares donde trabajó, como un autodidacta. Poco a poco fue comprando las herramientas necesarias para hacer sus propios muebles, después crecieron sus hijos y ellos aprendieron más y otras cosas, con lo cual está conforme, asevera el hombre.