Le Pen–Trump, una comparación imprecisa
MORELIA, Mich., 26 de abril de 2017.- Con cada vez mayores niveles de pobreza, Francia se perfila hacia la consolidación de políticas neoliberales, considera el filólogo e historiador Brice Calsapeu Losfeld, quien advierte un panorama desfavorable para el pueblo francés, ya que, en su opinión, ninguno de los dos candidatos, Emmanuel Macron y Marine Le Pen, que disputan la Presidencia de ese país, representa la posibilidad de dar un viro que atienda las necesidades de sus habitantes.
Este lunes, 24 de abril, los electores franceses desbancaron en las urnas a los dos partidos hegemónicos tradicionalmente detentores del poder: Les Républicains y Partido Socialista, éste último, desgastado tras cinco años al frente del gobierno y divisiones internas, y el otro, arrinconado por escándalos de corrupción entre sus líderes.
En consecuencia, Macron, candidato sin formal relación con cotos de partidos, aunque otrora de perfil socialdemócrata, es un banquero fuertemente relacionado con las élites más poderosas del dinero en Francia; y Le Pen, presidenta del partido Frente Nacional (FN), representante de la ultraderecha, se jugarán en las urnas, el próximo 7 de mayo, la Presidencia de Francia.
Impreciso, comparar a Le Pen con Trump
Marine Le Pen, de 48 años, obtuvo el 21.5 por ciento de los votos; entre sus propuestas destacan la intención de salir del Euro y del espacio de libre circulación Schengen, que actualmente aglutina a 26 países, cuyo acuerdo sustantivo radica en la supresión de fronteras comunes; desde 1985 en términos migratorios funciona como un solo país, con una política común de visados.
Emanada del Frente Nacional, partido que fundara su padre en 1981, Le Pen se ha caracterizado por mantener un discurso antimigrante desde hace 25 años, lo que le ha merecido la comparación con el actual presidente de Estados Unidos Donald Trump, conocido por su discurso y políticas xenófobas y racistas. Sin embargo, la comparación entre Le Pen y Trump, en este caso, es descontextualizada.
En entrevista con Quadratín Michoacán, el académico Brice Calsapeu Losfeld, adscrito al programa de doctorado del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), hace notar que desde hace 20 años Le Pen ha mantenido y alimentado un discurso antimigrante inscrito en el panorama francés, por lo que sería impreciso afirmar que éste emana como una vertiente de inspiración trumpista.
“Sí se está construyendo un discurso en torno a la existencia de una civilización francesa blanca, católica, que está en peligro de ser reemplazada por lo extranjero; se presenta a la comunidad migrante como la causante de los problemas, pero ese discurso Le Pen lo tiene desde hace más de 20 años, no es nuevo en el panorama político francés”, expuso.
A decir de Calsapeu Losfeld, Le Pen logró colarse entre las preferencias ayudada por los atentados en los Campos Elíseos, y le clima de inseguridad que logró hacer aceptar sus ideas en la derecha más “presentable”. Además, su estrategia de limpiar la imagen de su partido funcionó, además de que ha pulido aristas de posturas mojigatas que tradicionalmente han caracterizado al FN.
Emmanuel Macron, el banquero que lidera la contienda
Pero no es Le Pen quien se encamina puntera hacia la segunda vuelta, institución electoral paradigmática del derecho electoral y constitucional francés, sino Emmanuel Macron, el banquero francés de 39 años, mediante una campaña proeuropea, y con un programa liberal que llama a no permitir que la gane la ultraderecha. Obtuvo el 23.7 por ciento de la votación.
Sobre Macron, el académico nicolaita Brice Calsapeu Losfeld, originario de Francia, también maestro en filología española, por la Universidad Michel de Montaigne Bordeaux, afirma que los medios de comunicación crearon el “fenómeno Macron”, un político sin programa claro, ambiguo en sus declaraciones, y representante del capitalismo financiero.
“Es una cara de la misma monera, hay algunas diferencias en el programa económico, pero tienen un corte neoliberal, tienen un apoyo bastante fuerte del mundo de los negocios; son dos caras diferentes de la misma moneda; solo hay que recordar que en 1981 el Frente Nacional se presentó ante el mundo con un programa neoliberal, semejante al de Ronald Reagan, en Estados Unidos, y al de Margaret Thatcher en Inglaterra”, comentó.
Medios de comunicación desdibujaron posibilidades de la izquierda
El pasado 24 de abril, en la primera ronda de la justa electoral en Francia, el candidato Jean Luc Mélenchon representó a la izquierda progresista, y con el 19.64 de los votos se colocó en cuarto lugar, apenas 0.27 décimas abajo del candidato del Partido Republicano, y muy por encima del candidato del partido en el poder, Benoit Hamon, que apenas alcanzó 6.35 por ciento.
En opinión de Brice Calsapeu Losfeld, Mélenchon fue desdibujado por la prensa nacional, además de que pesaron divisiones internas entre la izquierda de Francia que debilitaron las posibilidades del candidato que, desde su punto de vista, llegó a tener muchas posibilidades de obtener el triunfo ante un electorado que demanda verdadera representatividad, espacios de participación e inclusión en la toma de decisiones.
“Los medios que se posicionaron por Macron intentaron vincularlo con Hugo Chávez, de Venezuela; además, la división de la izquierda, se presentaron dos candidatos trotskystas, el Partido Socialista, que viendo que iban a perder, no llamaron a votar por él. Su resultado es muy bueno, cautivó el voto joven y recuperó mucho del voto obrero”, dijo.
Obtener mayoría en el parlamento y recuperar estabilidad, los retos
Independientemente de quién de los dos candidatos, Macron o Le Pen, obtenga el triunfo, Brice Calsapeu Losfeld asegura que el próximo presidente tendrá frente a sí al menos cuatro grandes retos: lograr una mayoría parlamentaria que le permita operar sus proyecciones de campaña; recuperar la estabilidad social, económica y política que se vio trastocada tras los atentados terroristas, y que han sido excusa perfecta del Estado francés para el control de la identidad y la criminalización de algunos sectores.
Otro de los grandes retos que tendrá frente a sí el próximo presidente o presidenta de Francia, será la contención adecuada de los sectores más radicales de la población que se ha mantenido activa en rechazo a las reformas laborales, y que en consecuencia rechaza las viejas estructuras de la política neoliberal, que representaba el Partido Socialista y que vendría a alimentar la ultraderecha o un gobierno centralista.
“Hubo más de 2 mil personas fueron arrestadas y un centenar de heridos en las últimas protestas. El pueblo francés está enojado porque la mayoría no tiene estabilidad laboral que permita vivir dignamente, hacen falta servicios de salud; el número de población en estado de pobreza en Francia ha aumentado muchísimo, anualmente se mueren unas 200 personas en la calle por frío o inanición, eso no se puede permitir en una nación como Francia”, dijo.