Lázaro Cárdenas del Río, esencial para muralismo en Michoacán
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MORELIA Mich., 27 de junio de 2020.- En el marco del Programa Público Murales y propaganda en Michoacán durante el cardenismo, de la décimo cuarta Bienal Femsa, la ponente Sofía Irene Velarde, destacó el trabajo de la artista Marion Greenwood, ya que inauguró esta corriente en Michoacán. También señaló que Lázaro Cárdenas del Río tuvo una participación esencial en el muralismo del estado.
La maestra en Filosofía de la Cultura desarrolló el tema Entre la historia y el arte, Michoacán y las nuevas tendencias durante el cardenismo, donde destacó el arte rumbo a la tercera década del siglo 20. Abordó los antecedentes del arte a finales del siglo 19 donde la pintura estaba muy dirigida al paisajismo, y poco a poco se gestaba un cambio.
La búsqueda de un arte nuevo la inquietud de los jóvenes estudiantes y aquí un personaje va a tener relevancia en el cambio del arte México, es el pintor Gerardo Murillo, conocido como el Doctor Atl, señaló la también historiadora.
Es en concreto en 1910, en una exposición conmemorativa de los 100 años de la Independencia de México, que detona el cambio en el arte en el país. Fue una exposición de arte contemporáneo realizada por el gobierno de México donde artistas y estudiantes de la academia San Carlos manifiestan su inconformidad por realizar esta exposición sin haber sido invitado ninguno de los pintores Mexicanos.
Empieza la Revolución Mexicana en ese año y después concluye en 1917, y los artistas en México vuelven con objetivos de crear una nueva pintura, más libre. José Vasconcelos, secretario de Educación, apoya a los pintores jóvenes de México y en ese sentido cede los muros de Escuela Nacional preparatoria en el antiguo Colegio de San Ildefonso, ahí se realiza las primeras pinturas murales.
Los artistas de esa época consideraban que la pintura de caballete era para algunos sectores de la sociedad, y asistir a ciertas galerías, ver exposiciones pequeñas era para algunos pocos; no había acceso de la población al arte. Por ello decidieron pintar en muros de edificios públicos, porque así el arte no solo era un divulgador de la historia de México, sino también hacía algún tipo de crítica social. El arte como método didáctico y de apreciación estética social.
El muralismo se extendió después al interior del país, y en el caso concreto de Michoacán, tendrá una fuerza importante Lázaro Cárdenas del Río, primero como gobernador del estado y después en su periodo presidencial. Al respecto, dijo la especialista, una de las primeras manifestaciones que se encuentran en Michoacán, será con la pintura de Fermín Revueltas, pintor invitado por Cárdenas para realizar dos lienzos de grandes dimensiones para el Salón de Actos del Palacio de Gobierno de Michoacán.
Uno de estos los grandes lienzos que pinta Revueltas, es Morelos en Apatzingán, Donde se representa una escena de la Constitución de Apatzingán de 1814. Es una pintura libre, dijo, con figuras geométricas, incluso con una tendencia cubista muy alejadas del arte clásico que se daba en la Academia de San Carlos desde el siglo 18.
Otro de los lienzos, En defensa de la patria, Fermín Revueltas crea una imagen alusiva a la patria, y hay una contraposición con lo que había sido la imagen de la patria desee el siglo 19. Aunque estos lienzos fueron creados para el Palacio de Gobierno en Michoacán, en algún momento del siglo 19 fueron removidos de ahí, y más tarde fueron rescatados por pintores michoacanos para llevarlos al Colegio de San Nicolás.
Así se va gestando el muralismo en Michoacán bajo la mano de Cárdenas, se dan las condiciones para inaugurar esta corriente artística y aquí destaca una artista neoyorquina, Marion Greenwood, quien Llega a México y conoce a tres personajes de la Escuela Mexicana de Pintura: Pablo O'higgins, Leopoldo Méndez, y Alfredo Zalce.
Realiza su primer mural en Taxco, Guerrero, y ya de regreso en Ciudad de México conoce a Gustavo Corona, quien era rector de la universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). La artista le enseña una fotografía de su mural en Taxco y le ofrece pintar un mural en Morelia, por lo que convienen que lo hará sin sueldo pero pone a condición que se cubran sus viáticos y los materiales de trabajo.
Es así que en el Primitivo y Nacional Colegio San Nicolás de Hidalgo, en uno de sus muros, Greenwood plasma su arte. La pintura representa a los indígenas mexicanos desde su percepción con su "tristeza apatía y su belleza", por lo que pasa su verano en Pátzcuaro para estar cerca de las comunidades indígenas.
La participación de Marion Greenwood en el arte del muralismo mexicano fue muy importante y trascendental, por una parte por su aporte artístico al inaugurar el muralismo en Michoacán, dijo la historiadora, y por otra, por ser una de las pocas mujeres muralistas en esta corriente invadida por varones, "con ello, ella transgrede el rol tradicional de la mujer mexicana", indicó.
A su regreso a la ciudad de Morelia, a la newyorkina le asignan un espacio en el Museo Regional Michoacano para realizar sus bocetos en grandes dimensiones y poder así preparar su mural para el colegio de San Nicolás de Hidalgo. Sin embargo tuvo que enfrentarse a varios problemas, como la hostilidad de la población moreliana y los propios estudiantes del colegio quienes le exigían que dejara el trabajo o lo destruirían.
Uno de los hechos trascendentales que cambiaron ese trato hostil, fue la visita que hizo Cárdenas al colegio San Nicolás de Hidalgo. En ese momento se encontraba en su campaña presidencial y al llegar a Morelia y enterarse que estaba la artista haciendo un mural, decidió ir a verla, con ello el trato de las personas cambió y dejó de ser amenazada ella y su trabajo.
Al final fue concluído este mural, que terminó por llamarse Paisaje y economía de Michoacán, el cual fue se terminó de realizar alrededor del año 1934.
El segundo mural que se hizo en la ciudad de Morelia, fue relacionado a Marion Greenwood, ya que su hermana Grace que también era pintora, en 1933 se reúne en Morelia con la muralista. La idea era que fuera su ayudante en este mural Paisaje y economía de Michoacán, sin embargo poco tiempo después el rector de la UMSNH le ofrece a Grace la ejecución de un mural esta vez en el Museo Michoacano donde se encontraba la rectoría de la universidad.
Ahí nace Hombres y máquinas, donde Grace Greenwood hace una crítica al desplazamiento en el trabajo del hombre por parte de las máquinas y además sobre la explotación que sufrían los obreros.
Ya con el camino abierto para el muralismo se llevan a cabo otros trabajos, algunos ofrecidos a jóvenes pintores también norteamericanos, como el caso el mural conocido como La Inquisición, que realmente se llama La lucha contra la guerra y el terror, el cual se ubica en el Museo Michoacano. No duró mucho tiempo a la vista; alrededor de 1940 el director de este museo decide cubrir este mural con una capa de yeso porque la sociedad moreliana estaba el descontento por los desnudos que tenía este trabajo. Fue hasta 1975 que se descubre y le quitan esta capa de yeso. Actualmente están viendo como restaurarlo.
En 1936, la Liga de Artistas y Escritores Revolucionarios (Laer) arribó a Morelia para realizar otro mural, ahora en el ex Convento Franciscano. Ahí se encontraban las oficinas de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos. Se sabe que fueron nueve los pintores que llegaron a hacer la misma cantidad de murales para distintos espacios de este recinto. Sin embargo estos trabajos fueron destruido en 1960 cuando se de restaura el lugar, para hacer un centro artesanal y las oficinas de turismo estatal.
Con los años se fue expandiendo el muralismo en el estado; llegó a Pátzcuaro, con Roberto Cueva del Río, con Ramón Alva de la Canal. También llegó José Clemente Orozco a Jiquilpan, lugar de nacimiento de Lázaro Cárdenas, donde realizó un mural en la biblioteca pública Gabino Ortiz.