La paz jamás puede reducirse a la fuerza y el miedo: Arzobispo
MORELIA, Mich., 24 de abril de 2019.- La paz jamás puede reducirse al simple equilibrio de la fuerza y el miedo, afirmó el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias, al presentar al Congreso de la Unión su proyecto de Prevención y atención de personas víctimas de la violencia, como parte del Proyecto integral para la construcción de paz.
“Mantener al otro bajo amenaza significa reducirlo al estado de objeto y negarle la dignidad. Es la razón por la que reafirmamos que el incremento de la intimidación, así como la proliferación incontrolada de las armas son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia. El terror ejercido sobre las personas más vulnerables contribuye al exilio de poblaciones enteras en busca de una tierra de paz.
“Hoy nuestro pensamiento se dirige de modo particular a los niños, a las familias que viven en zonas de inseguridad o que han sido dañados por la violencia y a todos los que se esfuerzan para que sus vidas y sus derechos sean protegidos”.
Al dirigirse a los diputados de la Federación, envió un mensaje de esperanza y de aliento, en el cual sin importar el papel, grupo o creencia que se desempeñe en la sociedad seamos capaces de construir una sociedad más vigorosa y un país más fuerte.
Reconoció que es sin duda un ambicioso proyecto político que como ha dicho el Papa Francisco, se enraíza en la confianza en el hombre, no tanto como ciudadano o sujeto económico, sino en el hombre como persona dotada de una dignidad trascendente.
La dignidad, indicó, es una palabra clave porque es la que nos permite ser fuertes contra las múltiples violencias y discriminaciones a que nos enfrentamos hoy en día ante la debilidad de las instituciones.
“¿Qué dignidad existe cuando falta la posibilidad de expresar libremente el propio pensamiento o de profesar sin constricción la propia fe religiosa?
“¿Qué dignidad es posible sin un marco jurídico claro, que limite el dominio de la fuerza y haga prevalecer la ley sobre la tiranía del poder?
“¿Qué dignidad puede tener un hombre o una mujer cuando es objeto de todo tipo de violencia o discriminación sin una autoridad o institución que le dé el acompañamiento y apoyo necesario?
“¿Qué dignidad podrá encontrar una persona que no tiene qué comer o el mínimo necesario para vivir o, todavía peor, que no tiene el trabajo que le otorga dignidad?”.
Por ello, dijo que promover la dignidad de la persona significa reconocer que posee derechos inalienables, de los cuales no puede ser privada arbitrariamente por nadie y, menos aún, en beneficio de intereses políticos o económicos.
Si el derecho de cada uno no está armónicamente ordenado al bien más grande, termina por concebirse sin limitaciones y, consecuentemente, se transforma en fuente de conflictos y de violencias.
Garfias señaló que la Iglesia Católica está en la mejor disposición de contribuir al Proyecto integral para la construcción de paz con la intención e intensidad de renovar y mantener un diálogo provechoso, abierto y trasparente con las instituciones.
Dijo que en la Iglesia Católica están convencidos de que un Estado capaz de apreciar las propias raíces religiosas, sabiendo aprovechar su riqueza y potencialidad, puede ser también más fácilmente inmune a tanta violencia, causada también por el gran vacío en el ámbito de los ideales, porque es precisamente el olvido de Dios lo que engendra la violencia.