La omisión de los constituyentes y la reivindicación de Cuca García
MORELIA, Mich., 3 de febrero de 2017.- Los constituyentes de 1917 fueron omisos sobre los derechos de las mujeres que, en su mayoría, siguen en la indefensión, la desigualdad y la violencia, afirmó la investigadora del Colegio de Michoacán, Verónica Oikión Solano.
Al escudriñar como historiadora por los resquicios de las vidas de algunas mujeres que pertenecieron a la ola generacional influenciada por la marejada más radical de la Revolución Mexicana, destacó a las integrantes del Sindicato de Costureras que laboraban en los talleres del gobierno carrancista de Alfredo Elizondo en Morelia.
Durante una conferencia que ofreció en el Palacio Legislativo, la historiadora mencionó a Hermila Galindo que no era michoacana, pero fue quien envió al Constituyente de Querétaro una iniciativa para modificar el artículo 34 y reconocieran a las mujeres el derecho al voto de manera restringida.
La propuesta fue leída por el revolucionario michoacano Francisco José Múgica, quien estuvo a favor, pero no el resto de los constituyentes que se mofaron de la demanda y “con grandes carcajadas y con grandes voces encararon al de Tingüindín diciéndole: ¿cómo se atreven a pedir el voto las mujeres? ¡¿cómo es posible que quieran que se les dé el voto a ellas?! ¡Bola de viejas argüenderas!
Se refirió a María del Refugio García Martínez, conocida como Cuca García quien nació en Taretan y al estallar la Revolución maderista participó como propagandista en Michoacán y realizó actividad clandestina como correo y de apoyo en favor de la revolución carrancista.
La promulgación de la Constitución de 1917 fue para Cuca García la coronación de las demandas sociales de los sectores campesinos y obreros más desfavorecidos. Se integró al Partido Socialista Michoacano bajo el liderazgo de Francisco José Múgica y del nicolaita Isaac Arriaga.
Propuso varios considerandos en la Ley del Trabajo, fue activista a favor del reparto agrario, fundo escuelas y nunca dejó de exigir el derecho al sufragio; fue dirigente del Partido Comunista Mexicano y miembro del Secretariado Latinoamericano de la Tercera Internacional Comunista en Moscú.
Cuando Lázaro Cárdenas llegó a la Presidencia de México Cuca García logró engarzar las campañas desfanatizadoras y antialcohólicas de la Federación Femenil Socialista Michoacana con los objetivos del Frente Único Pro Derechos de la mujer y aunque quiso ser diputada en 1937 por el distrito de Uruapan no se le reconoció el triunfo y ni el Partido Nacional Revolucionario, ni el Partido Comunista la apoyaron y el propio Senado de la República declaró que las mujeres no gozaban de derechos políticos.
Luego de haberse reconocido los derechos políticos y de ciudadanía de las mujeres, en 1953, a nivel federal, porque en Michoacán fue hasta 1960, Cuca García quedó a la orilla de la vida política y del activismo femenil y murió en 1973 sin ningún reconocimiento y en condiciones de miseria. Su muerte sobrevino “literalmente de consunción, rodeada de miseria, aislada en su amargura, olvido y desilusión”.
A la distancia y en retrospectiva se acrecienta el sentido de sus luchas de emancipación enlazadas con las reivindicaciones actuales más urgentes a favor de la igualdad, la libertad y una vida digna., señaló la doctora en historia.