Jugos Boing, una historia de lucha sindical y el éxito de una Cooperativa
MORELIA, Mich., 2 de septiembre de 2024.- ¿Quién no ha probado un Boing de frutas?, ¿quién no recuerda esa bebida que tenía un empaque triangular y que por cierto sigue existiendo? La Cooperativa Pascual está detrás de estas bebidas y otras muy emblemáticas, quizá no en Morelia, pero sí en Ciudad de México y otras partes del país, como el refresco Lulú.
Aquí nos cuenta la historia de manera breve, Alfonso Sanginés Avendaño, integrante del área de Relaciones Públicas de esta sociedad cooperativa, quien estuvo como invitado en la capital michoacana representando a esta empresa social, en la primera edición del Encuentro Estatal de Cooperativas de Michoacán.
Alfonso manifestó a Quadratín que hicieron presencia en este evento para compartir las vivencias y movimientos sociales por los cuales se originó la Cooperativa Pascual, y es la que ha contado mucho para que otros compañeros que buscan un impulso para seguir en el proyecto, se sientan motivados porque quizás están iniciando.
Actualmente, esta empresa social cuenta con varias marcas de bebidas, como Néctasis, Mexicola, Agua Pascual en sus distintas presentaciones, Lulú, Pascual y Boing, que es la clásica línea. Hay más de 32 productos en su catálogo.
En definitiva, explicó el hombre, el éxito de la empresa y su duración a través del tiempo se debe a la promulgación de los valores que tienen, los cuales son fundamentales desde que se inició la cooperativa.
Platicando con los socios fundadores en su momento, explicó, esto decían, que promulgaron con los principios y valores y fueron gente de trabajo. Ayudaron a trabajar en conjunto en pro y pensando en los demás, y por esa razón se fundó la cooperativa, la cual tiene ya 41 desde que se inició la lucha y 39 años que se cumplieron ya como Cooperativa Pascual, esto de manera oficial.
Manifestó que están orgullosos por el tema de la inclusión de las mujeres, por la cuestión del género, y hoy en día preside Patricia Izarrarás, quien es la primera mujer presidenta en la historia de la Cooperativa Pascual, que junto con la Cooperativa Cruz Azul, es de las más añejas en el país y además tiene mucha trayectoria.
Han peleado con las transnacionales, con las políticas públicas, con el propio boicot de las empresas extranjeras, sin embargo, ahí van trabajando conjuntamente y en pro de la población. La cooperativa tiene además cuatro mil 100 trabajadores a nivel nacional, y está conformada por 780 socios.
Movimiento Brazos caídos
La empresa Pascual se fundó con un solo dueño a finales de los años 40, sin embargo, al paso del tiempo el dueño "fue muy abusado y abusivo con sus trabajadores", así que en 1982 salió un decreto presidencial en el cual se dijo que se aumentaban los salarios en un 10, 20 y 30 por ciento.
Este decreto no lo respetó el patrón, y lo que hicieron los trabajadores se fue un movimiento que se llamó de brazos caídos, para de esta manera presionar al dueño para respetar estos salarios, sin embargo, el dueño no lo llevó a cabo y los trabajadores cerraron las dos plantas de producción como medida de presión derechos laborales.
El patrón no quiso y dejó que los trabajadores tomaran las dos plantas de producción, 19 días después, el 31 de mayo de 1982 llevó gente con engaños para enfrentar a los trabajadores, ahí fallecieron dos personas porque el dueño de la refrescada le dijo a uno de sus guardaespaldas que para que la gente se moviera de la entrada, disparara a los que estaban, lo que fue fatal.
En ese evento hubo 17 heridos y dos personas fallecieron en el lugar de los hechos; José Concepción Jacobo y Álvaro Hernández García fueron quienes murieron ahí. "Se dice que la ametralladora con la que dispararon se encasquilló, por eso solo murieron dos personas, si no, hubiera sido una masacre de trabajadores", expresó.
A raíz de eso, empezó un movimiento para exigir los derechos, la indemnización de los compañeros, y también para exigir la restitución de 97 trabajadores que habían sido despedidos. Se prolongó el problema a tres años hasta 1985, que fue en varias etapas un movimiento y una huelga, hasta que el gobierno se dio cuenta de que se empezaron a sumar más organizaciones, más cooperativas y además el sector social.
Además de todos estos que se fueron sumando, también entraron los estudiantes de la UNAM, del Politécnico y de la UAM. "El hecho es que el Gobierno pide dar una solución y así otorga todas las marcas, patentes y la empresa a los trabajadores. Una vez que eso sucedió, hubo un líder que fue Demetrio Vallejo Martínez, quien estuvo asesorando todo ese tiempo al movimiento y él fue el que recomendó que, teniendo toda la empresa, no se vendiera, sino que se formara una cooperativa".
Es por eso que en 1985, en una asamblea general, se funda y se decide formar la Sociedad Cooperativa de Trabajadores de Pascual, y a partir de entonces los socios son los que han llevado la administración de esta cooperativa.
A 39 años, siguen fuertes. En su momento les daban un año de vida, porque el 95 por ciento de los trabajadores no tenía estudios ni preparación, "pero tenían algo más importante: las ganas de seguir trabajando, de seguir manteniendo sus trabajos, pero también tener un sueño, para que toda su descendencia pudiera tener trabajo, tanto hijos como nietos, fue por eso que accedieron a conformar esta cooperativa".
Una empresa que se cataloga como familia
Esta empresa social se cataloga como una familia, y a veces tiene diferencias como todas, dijo. Lo importante es que siempre se decide de manera democrática, esa es su forma de gobernanza, que siempre da prioridad a sus principios, y en la mayoría de las asambleas generales se toman decisiones, se debaten, pero al final de cuentas deciden de alguna manera lo que quiere la mayoría.
La cooperativa está creciendo. Su finalidad es seguir abarcando el mercado nacional en el norte y en el sureste. Han exportado a Estados Unidos, lo hacen también a Europa y a Sudamérica, sin embargo, se ha hecho a través de brókeres y ahora lo que buscan es hacerlo de manera directa, enfocarse al norte donde hay mucho de su mercado, porque hay millones de mexicanos que viven en Estados Unidos y por nostalgia buscan los productos mexicanos, porque les da identidad y se acuerda de su niñez, y no recuerda los triángulos de la bebida en las escuelas, el cual sigue existiendo.
Todo esto les ha ayudado a crecer, dijo. En una asamblea general se aprobó y ya están por construir la tercera planta de producción en Laredo, Texas, lo que les va a permitir abastecer al norte del país y a Estados Unidos.