Juegan y luchan Las Amazonas de Yaxunah para ser visibilizadas
MORELIA, Mich., 15 de octubre de 2024.- La película documental, Las Amazonas de Yaxunah, que estrena en el Festival Internacional de Cine de Morelia en su edición 22, y que narra la tenacidad de un grupo de mujeres indígenas mayas por jugar softbol, no solo mostró la discriminación que ellas enfrentaron por ser mujeres e indígenas, sino también un machismo recalcitrante de su propia comunidad.
En entrevista con Quadratín, su director, Alfonso Algaran, contó que hace unos tres años las mujeres no podían entrar ni siquiera a las asambleas comunales, "las mujeres tenían completamente prohibido entrar a las asambleas del pueblo, eran decisiones de los hombres", expresó.
Sin embargo, y sobre todo debido a la exposición mediática que tuvieron, les dieron oportunidad, sobre todo a Enedina, una de las mujeres líderes de este grupo de deportistas, a tener un espacio donde pudieran exponer ciertas cosas, y así poco a poco se fueron metiendo.
También hubo algo de presión por parte del gobierno estatal de Yucatán, expresó Alfonso, porque le preguntan a Enedina si quería algo pero de manera personal directamente a ella, no obstante la mujer dijo que lo único que quería era tener una mejor cancha para el equipo, porque donde jugaban no había graderío para sentarse y tampoco sanitarios.
Ahí, expresó el realizador, se encuentran con esta pared del machismo, "no solo de por sí ya luchando (los maridos) contra ellas porque estaban saliendo a jugar, sino ahora en algo mucho más concreto que era el estadio".
Actualmente este estadio que pidieron las mujeres para jugar softball ya está terminado, aseveró el director, aunque faltan un par de detalles se inauguró hace pocas semanas, "es completamente un estadio de softball para mujeres, pensado para eso, y el espacio donde jugaban los hombres se quedó igual como estaba, entonces de alguna forma también es un poco una cachetada con guante blanco, donde ellas van a tener prácticamente las decisiones sobre el campo", expresó e indicó que el campo se llama justamente Las Amazonas de Yaxunah.
Paralelo a esto, señaló el director, como equipo van luchando por cada una de las historias de ellas, y en este sentido puso un ejemplo.
Contó que una vez iban a volar a Ciudad de México y era la primera vez para casi todas ellas. Casi cerca de la salida, una de ellas llegó llorando con su hijo de 3 años porque su esposo no quería apoyarla con el niño, y era ya difícil llevárselo porque ya habían comprado los boletos. Entonces todas se organizaron y fueron afuera de la casa de esta mujer para presionar de alguna forma, "ella entra con el niño y sale con una sonrisota de: 'bueno ya lo convencí".
Así van con constancia las integrantes de este equipo, apoyándose mutuamente y derribando estas barreras, porque poco a poco de buenas o apenas aceptándolo, los hombres han tenido que ir modificando y aprendiendo y desaprendiendo en este camino, en aras de que ellas también logren un sueño.