Indolencia llevaría a la muerte a Uriel
MORELIA Mich., 18 de septiembre de 2020.- La indolencia matará a Uriel.
Si no hay atención inmediata, ahí morirá, solo, en cama, postrado, sin poder caminar, lucha por salvarse.
Ya en un grito desesperado, Uriel López Gaona, un hombre de 35 años, con condición de discapacidad, clama por apoyo.
A través de la bocina se escucha a un hombre que se le quebranta la voz, que se escucha sin fe, sin esperanza.
Narra que 2013, cuando tenía 22 años, sufrió un accidente en su trabajo, una tienda de abarrotes, La Flor del Norte, en Tiquicheo.
El diagnóstico fue una fractura de cadera, se tronó la cabeza del fémur de la pierna izquierda.
Lo que parecía una lesión, grave, sí, pero de trámite, se convirtió en su peor infierno.
En el Hospital Civil le negaron la operación, bajo el argumento de que era muy joven para la introducción de prótesis de cadera, porque tendrían que operar en unos años más, nuevamente.
Esa decisión, mala y de mala fe, burocrática, cambió una vida.
Así se aventó una década, solo apoyado por un par de muletas que a la postre le acabaron la cadera derecha.
En ese tiempo, personal médico del sector salud le recetó y aplicó unas inyecciones que tuvieron efectos adversos.
El daño fue tal que ya tiene afectaciones renales, le retienen líquido y en consecuencia le hinchan el cuerpo; un corazón crecido, con problemas cardíacos, sumado a un cuadro artrítico y reumatoide que le torció dedos y manos.
Desde el 2013 está postrado en cama, consumiéndose en vida, sin poder hacer nada.
A su tragedia, se suma la desgracia del fallecimiento de su madre, una mujer septuagenaria que murió a principio de julio.
Era su único sostén, su único soporte, que como buena madre le cuidó hasta que Dios le dio licencia.
Ahora, encara la soledad, la enfermedad y lo peor: la indolencia y el desinterés.
Vive de lo que le llevan algunos vecinos.
Su caso no es nuevo en Tiquicheo.
En su domicilio, en la calle Cándido Ramírez, esquina con Galeana, han llegado los Servidores de la Nación a censarlo, también del Estado y del municipio.
Sin embargo, de los tres niveles no se hace uno.
Uriel muere poco a poco.
"Quedaron de mandarme una beca, desde hace años, pero no llega", lamenta.
Dice que ya montó su caso en las redes sociales.
También abrió una cuenta visa, de compartamos banco, la número 45724981488196631, donde apenas ha recibido 100 pesos.
Ahí está Uriel, en espera de que le ayude, si usted quiere y puede, porque al parecer al gobierno no le interesa.
No está en la agenda de Hortensia Sánchez, la alcaldesa de Tiquicheo ni en la de Rocío Beamonte, la del DIF estatal.
A Uriel se le puede localizar en el número telefónico 4591161759, de Tiquicheo y es localizable en Facebook bajo su nombre de pila: Uriel López Gaona.