Impronta, ciencia ficción michoacana sobre desaparición y feminicidio

MORELIA, Mich., 3 de octubre de 2024.- El filme Impronta, que podría clasificarse de ciencia ficción, es un cortometraje que también aborda temas muy actuales: la desaparición y el feminicidio. Es parte de la competencia en la Sección Michoacana en esta edición 22 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
En Impronta, en el año 2036, una mujer tiene la posibilidad, a través de un dispositivo tecnológico, de por tres minutos, tres veces en un día, poder regresar en concreto a una fecha y horario exactos, y utiliza esta posibilidad para poder saber qué pasó con su hija desaparecida en 2023.
En entrevista con Quadratín, el director de Impronta, Rafael Martínez-García, confesó que por mucho tiempo se había negado al llamado casi natural de la ciencia ficción, pese a que este género, tanto en el cine como en la literatura, es algo que siempre le ha gustado mucho.

Se relacionó mucho a través del cine con este género, indicó, "incluso en la escuela de cine, en el CCC (Centro de Capacitación Cinematográfica) que fue donde estudié guion. Estudiar guion tiene una cosa a favor con respecto a quienes estudian cine, y es que no tienes que filmar, entonces puedes escribir lo que sea, y yo en la escuela de cine me creé esta famita de que escribía cosas de ciencia ficción, porque no tenía ninguna responsabilidad de producción".
Nunca había firmado nada con respecto a la ciencia ficción, porque casi siempre se había enfocado en otro tipo de temas y, de manera independiente, lo hizo con amigos. En ese sentido, señaló que el cine independiente también es un cine que le encanta, y cada que puede lo hace, sin embargo, finalmente se entregó a ese llamado de la ciencia ficción.
El director explicó que alrededor de 2013 le tocó ver un cortometraje de unos realizadores del Reino Unido donde había un reto de hacer un corto en distintos géneros, y la premisa era hacer saltos de tres minutos en la misma línea de tiempo, pero hacia atrás, por lo que esta idea de los tres minutos se le quedó la cabeza para poder explorar, porque se le hizo muy potente en un corto estos tres minutos, que por el tiempo permiten hacerlo muy bien.
Aquí después surgió el pensar qué historia se podría contar, porque hay muchas posibilidades, externó. Incluso había la posibilidad de desarrollar dos historias más que se dan en el mismo cortometraje, pero eso lo dejó atrás y una cosa que inmediatamente apareció fue incluir una llamada telefónica en el corto, y después que fuera la llamada de una madre buscadora, "una madre que perdió a su hija y trata de rastrear en los elementos mínimos de esa última vez que hablo con ella, respuestas de qué pudo haber pasado".
Esta narrativa de las desapariciones ha estado muy presente en el cine mexicano en los últimos años, expresó Rafael Martínez-García. Particularmente, se ha dado de 2020 para acá, hay películas como Sin señas particulares, Ruido, entre otras.
Este guion se escribió en 2019 y tuvo una mención en el concurso de guion michoacano en el FICM de ese año, y hasta ahora pudo filmarlo porque sabía que era complicado y se requería recurso. Por fortuna, el dinero vino del fideicomiso Procine de Ciudad de México, y fue que se filmó allá.
