Ignacio Roque, 54 años de periodismo con compromiso social en Michoacán
MORELIA, Mich., 27 de junio de 2024.- El periodista Ignacio Roque Madriz, designado recipiendario del Premio al Mérito Periodístico 2024 Manuel Buendía, advirtió que el periodismo no tiene razón de ser si no tiene un interés público y un compromiso social.
Con 54 años de experiencia, el michoacano considera que la unidad es la fuerza del gremio para enfrentar las agresiones de poderes fácticos y actores del poder público que no han entendido la función social de la comunicación.
En entrevista con Quadratín, el connotado periodista de 72 años y 54 de trayectoria, dedicó su premio a los reporteros del interior del estado, comunicadores que han sido víctimas de agresiones en el ejercicio de su labor, y especialmente a las mujeres, dijo, pues, en su opinión, enfrentan doble riesgo.
“Me siento bien, quizá no soy el merecedor, porque hay otras gentes mejores que yo, pero ha sido parte del esfuerzo, la perseverancia. Dedico este premio a todos los periodistas que han fallecido, que han sufrido agresiones, secuestros, desapariciones, pero sobre todo a las mujeres, que me parece que tienen mucho más riesgo”, expresó.
Con apenas 18 años, Nacho Roque se inició en el periodismo en Apatzingán. Empezaba la década de 1970 cuando empezó a laborar en el semanario La Época, para posteriormente ponerse a prueba en el diarismo en La Tribuna Libre y El Tiempo de Apatzingán, después, por invitación, mudarse a Morelia en 1974, donde hasta la fecha ejerce el periodismo en La Crónica.
“Si un día muero, me quiero morir escribiendo, y si vuelvo a nacer volvería a ser periodista”, expresa Nacho ante la pregunta de qué ha sido lo más satisfactorio de su experiencia en el oficio de informar, el cual, a su decir, no tiene razón de ser si no tiene dos motivos: compromiso social e interés público.
Para Nacho Roque el mejor consejo que puede dar a las nuevas generaciones de periodistas es leer y ser autodidactas, además, extremar la prudencia y ser conciliadores con el propio gremio, mantener la unidad y protegerse y, ante todo, que su trabajo tenga un objetivo, que es la justicia.
“Si lo que yo escribo no tiene interés público ni trascendencia social, mejor ni lo escribo”, dijo.
Periodistas, entre poderes fácticos e intolerancia del poder público
En opinión de Nacho Roque, el periodismo ha enfrentado históricamente agresiones, desapariciones, acoso, censura, pero observa un panorama poco alentador con las políticas que impulsa el Gobierno de la República, que parecen no entender que la razón de ser del periodismo es ser crítico y cuestionar al poder público.
“El periodismo padece en un ambiente de agresiones, estamos en permanente riesgo ante las decisiones de quienes se sienten lastimados, ofendidos”, dijo. En opinión de Nacho Roque, como próxima presidenta de México Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad de hacer un buen gobierno, con base en una buena relación con los medios de comunicación basada en el respeto y la tolerancia.
Periodismo, el peor pagado; puro amor a la camiseta
A sus 72 años Nacho Roque no se ha retirado, no sólo porque le apasiona seguir escribiendo y porque pensamiento crítico no le permite estar quieto, sino porque en los hechos no ha encontrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social las mejores condiciones para retirarse con una jubilación suficiente.
“El periodismo es el peor pagado en México. Si yo estoy peor, hay otros compañeros que están peor. El mismo Instituto Mexicano del Seguro Social ha evolucionado, permite pagar mensualmente, entonces, yo voy a hacer eso. Me invitaron a un programa federal para reanudar mi cotización y también voy a hacer un pago para que no me toque tan poquito”.
El periodista considera que ante las desventajas laborales es indispensable buscar la unidad en el gremio, y en conjunto, exigir a las empresas concesionarias y a las autoridades competentes garantizar seguridad social a los reporteros y reporteras, pues subrayó que la dignificación del trabajo se traduce en un mejor desempeño.
Del teléfono de cuerda a la inmediatez noticiosa con internet
Nacho Roque recuerda cómo en la naciente década setentera las comunicaciones en Michoacán estaban muy limitadas, pues en cierta cobertura de una inundación en Coahuayana sólo había un teléfono de cuerda que además no funcionaba bien, por lo que tuvo que ir a Tecomán para poder enviar, mediante dictado, la información a Morelia.
“No había máquinas, no había nada; desde esas fechas he experimentado los cambios que ha habido en las comunicaciones en Michoacán; mandábamos la información por telegrama, luego, la radiocomunicación de un municipio a otro, luego el Telex, después el fax, y ahora el internet, que ha permitido la inmediatez de la noticia”, comentó.
En 1976 cubrió la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a senador de la República, y posteriormente se fue a encabezar La Gaceta de El Pacífico, en Lázaro Cárdenas, para luego retornar como corresponsal de La Voz y corresponsal de Televisa en La Costa.
Posteriormente, una circunstancia familiar le hizo regresar a Morelia, donde se mantuvo en La Voz de Michoacán al mismo tiempo que era corresponsal de El Universal, cargo que ostentó durante 23 años, para adentrarse posteriormente a La Crónica, donde se ha mantenido desde hace 22 años.
La justicia social del periodismo
A Nacho Roque se le quiebra la voz al recordar que su trabajo ha llegado a contribuir a la justicia social en Michoacán, como cuando, en 1980, en Tacámbaro, junto con el fotoperiodista Samuel Herrera, una serie de entrevistas a lo largo de 10 días lograron la liberación de un hombre injustamente acusado y que estuvo a punto de ser linchado.
En ese mismo año, un matrimonio de ancianos de La Tenencia Morelos se puso enfrente del tren para obligar que frenara. La pareja intentaba advertir que las vías estaban dañadas y el ferrocarril caería hacia la muerte segura de sus pasajeros.
Ante el intento de ser juzgados por haber parado el curso de la máquina, las publicaciones de Nacho Roque lograron que la pareja recibiera toda clase de condecoraciones, pues gracias a ellos se salvaron unos 200 niños que viajaban en el tren.
“He sido feliz en el cumplimiento de mi trabajo, porque uno hace un trabajo lo mejor que uno puede sin esperar nada, es vocación; yo no busco que me conozcan. He sido honesto, respetuoso; no ambiciono ser rico, ni ocupar el lugar de nadie, yo vine a lo mío; mi función es de vocación, de sentido humano”, expresó.