Hombre Coyote, pieza única testimonio de la cultura tarasca
MORELIA, Mich., 24 de enero de 2022.- Por cerca de 30 años fue parte del menaje de una vivienda particular, en Tacámbaro; hoy, el Hombre Coyote está en proceso de ser restaurado, registrado y estudiado como una pieza única testimonio de la cultura tarasca, dieron a conocer especialista adscritos al Centro en Michoacán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah).
José Luis Punzo Díaz, arqueólogo del Centro Inah en la entidad, detalló que la pieza pertenece al periodo tardío del señorío tarasco y, aunque se han encontrado múltiples figuras que representan a hombres coyotes, éstas promedian de 30 a 40 centímetros de altura, mientras que la obra encontrada en Tacámbaro y recuperada de una casa particular alcanza 110 centímetros de altura.
“Es una pieza única en su tipo, pareciera que tuvo alguna pintura, tendremos que hacerle muchos estudios… es una figura que representa a un hombre en actitud de gran señor y con atavíos de coyote o lobo, un hallazgo comparable con las obras de Ihuatzio, a principios del siglo XX”, expuso.
Marco Antonio Rodríguez Espinosa, director del Centro Inah en Michoacán, explicó que el Hombre Coyote fue descubierto en Tacámbaro, durante las obras de instalación de drenaje en la colonia Llanos de Canícuaro, donde se tiene un yacimiento arqueológico actualmente cubierto por la mancha urbana.
Tras el hallazgo, un particular la llevó a su domicilio, donde permaneció por 30 años, como parte de la decoración de su patio, hasta ser detectada.
La obra enfrenta fracturas, por lo que debe ser restaurada, registrada y analizada, para posteriormente ser definido su destino.
De acuerdo con Roberto Castillo, titular de Trámites y Servicios Legales de la instancia federal en la entidad, se requirió a la familia en cuyas manos estaba el Hombre Coyote la entrega del mismo al Inah, y “algunas confusiones” llevaron a la necesidad de interponer una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), tras lo cual se acordó, para el 19 de enero, la presentación de la obra.
Refirió que los particulares pueden ostentar la posesión de vestigios y piezas arqueológicas, a condición de que cuenten con una concesión de uso, que no confiere al interesado más poder que la posesión, debido a que la ley establece que los vestigios arqueológicos son propiedad de la nación.