Hilando sones: documental que lucha contra la discriminación indígena
MORELIA, Mich., 1 de octubre de 2024.- Hay una intención de rescate en el documental Hilando sones, una parte con la técnica artesanal del telar, otra con la música tradicional de violín, pero principalmente con respecto a la lengua amuzgo, expresó Ismael Vázquez, director de esta película que participa en competencia en la Sección de Documental Mexicano en la edición 22 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
El director de cine originario de la comunidad de San Pedro Amuzgos, en el estado de Oaxaca, contó a Quadratín que él forma parte de una generación a la que todavía le tocó vivir divisiones, porque había escuelas para hablantes indígenas y otras para hablantes solo de español.
Dijo que en ese tiempo todos estaban apartados y lo único que los dividía era un enorme árbol, "entonces los indígenas no podían cruzar del otro lado, ni tampoco al revés, siempre había una rivalidad, y siempre había una discriminación muy fuerte hacia la comunidad indígena".
Debido a esto, Ismael todavía sufrió de esta discriminación, "no sé si fue algo bueno o algo malo pero mi madre me metió a estudiar en el lado donde estaban solo mestizos, entonces el proceso de aprender español fue un poco complicado, difícil desde la violencia física y emocional de mis compañeritos, incluso de los profesores".
Entonces el director vivió durante su infancia, y creció escuchando o viendo que solo por hablar el amuzgo merecía ser discriminado y violentado físicamente y emocionalmente. Con el paso del tiempo y cuando fue creciendo, se fue cuestionando esta situación, se preguntaba por qué debía ser así.
Al momento de trabajar el documental, expresó, reflexionó que la lengua es importante "porque conserva y cuida o protege mucho conocimiento y una cosmovisión importante del mundo, que puedes ayudar a construir una mejor sociedad y un mejor mundo, donde también podemos proponer, negar, como cualquier otra cultura en el mundo".
Fue por esto que resultó muy importante incluir la lengua amuzgo en casi todo su documental, "porque es también muy interesante cuando nosotros intentamos traducir del amuzgo al español, ha sido muy complejo porque es difícil encontrar como la palabra cercana a la traducción, cosa que también hace importantes o muy valiosas las lenguas, porque detrás de todo eso tienen una metáfora o una historia más fuerte con solo un par de palabras o una frase".
La película tiene aproximadamente un 80 por ciento de diálogos en amuzgo, situación, reconoció el director, que también les ha jugado en contra ya que mucha gente no está acostumbrada a los subtítulos, o a escuchar otra lengua que no sea el español o el inglés, "eso también es una barrera que de repente detona o da a flote a algunos estereotipos o cosas así".