En STJE no aplica cuota de género; hay carrera judicial
MORELIA, Mich., 31 de marzo de 2017.- Si se quiere aplicar la cuota de género en el Poder Judicial se debe modificar la Constitución local y la Ley Orgánica, mientras tanto, rige la carrera judicial para acceder a cualquier cargo, afirmó el presidente del Supremo Tribunal de justicia del Estado (STJE), Marco Antonio Flores Negrete.
Al consultarle sobre la politización en la que cayó el Congreso del Estado para la designación del titular de la segunda sala penal del STJE, dijo que la explicación se debe pedir a quienes lo hicieron –las bancadas de los partidos Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática– porque las convocatorias que emite el Consejo del Poder Judicial son con base en la Constitución y en la Ley Orgánica del Poder que preside.
Explicó que con la designación que está pendiente de hacerse se generó todo un procedimiento en el Consejo del Poder Judicial, de tal manera que de los participantes se debe de optar, porque así lo decidieron los diputados, entre las tres más altas calificaciones.
Hay cuatro candidatos con las tres mejores calificaciones porque hay un empate en el tercer lugar, son datos objetivos, circunstancias que se pueden ponderar para determinar quién debe ser el magistrado, indicó.
Tampoco quiso opinar sobre la decisión de los diputados de que la magistratura sea asignada a una mujer, con el argumento de que hay muchos hombres, pero señaló que las convocatorias se lanzan para hombres y mujeres y se debe de atender la designación simple y sencillamente con datos objetivos.
“Simple y sencillamente existe la carrera judicial y está diseñada de esa manera, el propio Congreso la diseño de esa manera, no hay manera de aplicar una cuota de género, son abiertos los concursos, en igualdad de condiciones, y es lo que se debe respetar a fin de cuentas”.
Flores Negrete consideró que las leyes son perfectibles, pero en su opinión el sistema diseñado para acceder a los puestos en el Poder Judicial es transparente y consideróerróneo que se señale que no hay paridad, cuando el 60 por ciento del personal es femenino y el 40, masculino.