En prisión, víctima de violencia obstétrica y discriminación...
MORELIA, Mich., 22 de marzo de 2022.- Las sentencias condenatorias o investigaciones que se les siguen a las mujeres privadas de la libertad les suspenden los derechos políticos por el tiempo que dure el proceso o la condena, no el derecho a ser madres ni a una vida sexual activa, sin embargo, "el personal de la Secretaría de Salud no lo entiende", relató una mujer víctima de violencia obstétrica y discriminación por su situación ante la ley.
Yessenia S. se encuentra presa desde hace siete años, ha sido madre en dos ocasiones viviendo en prisión; el primero de sus hijos fue concebido antes de llegar a la cárcel, el segundo algunos años después.
Recordó que, durante su primer parto, en el Hospital Civil fue obligada a parir, negándole el derecho a la cesárea.
“Me dijeron que yo era de cadera estrecha, pero no me quisieron hacer la cesárea, me obligaron prácticamente a parir. Esta situación lastimó mucho a mi bebé, y una de las doctoras me dijo que no servía para parir”, relató.
Pasaron algunos años, su primer bebé dejó el Centro de Reinserción Social a los tres años y 11 meses, como marca la ley, se cuidó para no volver a embarazarse, sin embargo, volvió a concebir.
Durante su último parto, las cosas empeoraron. Una enfermera la acusó de traer delincuentes al mundo.
“Tenía algunas horas de haber dado a luz, entonces pedí la salpingo (salpingoclasia)… una enfermera me respondió que era lo mejor, una buena opción para ya no traer delincuentes al mundo. Francamente piensan que porque uno pasa por esta situación deja de ser humano”, señaló.
Desde la prisión reflexiona: “los tratos, las maneras en que nos hablan, la forma en que te ven, son cosas que incomodan y también se percibe como violencia”, agregó.
¿Qué dice la autoridad?
Cuestionado sobre los servicios que ofrecen a las mujeres embarazadas, Ignacio Mendoza Jiménez, coordinador del Sistema Penitenciario, refirió que se garantiza el derecho a la salud de las mujeres gestantes, además de que desde la anterior administración se trabaja en contar con un quirófano propio, que ya tiene un avance del 75 por ciento.
“Tenemos seis embarazadas en (el penal de) alto impacto, tenemos un seguimiento puntual, desde las instancias médicas del penal, si hay algo que trascienda, se lleva a consulta, con apoyo de la Secretaría de Salud, y el parto también”, declaró.
Además de darles asistencia con personal especializado, porque recientemente se contrataron a tres médicos generales y obstetras que ayudarán en el control prenatal y cuando esté listo el quirófano, podrían recibir a los niños dentro del mismo Centro.
El coordinador enfatizó que, si bien los centros de reinserción social no son los espacios para criar un bebé, “nosotros estamos obligados por ley para que esa criatura tenga un desarrollo como cualquier otro ciudadano”, además de que encuentran esos niños y niñas cariño en otras mujeres que están privadas de la libertad.
A decir del servidor público, hasta ahora ninguna de las seis mujeres que viven en prisión han manifestado sufrir discriminación ni violencia obstétrica.