En Apatzingán, laboratorio clandestino más grande del país: padre Goyo
APATZINGÁN, Mich., 16 de septiembre de 2019.- El laboratorio más grande del país está aquí, en el llamado triángulo dorado que forman las comunidades de La Ruana, Antúnez y El Aguaje, porque no hay un solo cuartel militar o de la Guardia Nacional, afirma el padre Gregorio López Gerónimo.
Parece una zona aislada, pero no lo es, hay ocho caminos bien conectados por los que en tres horas estás en la costa en cuatrimotos que hay por todos lados y cuyos conductores ya hasta una supuesta pista de carreras hicieron, pero que en realidad es una aeropista para sacar la droga.
Es una tierra de valles enormes en los que se puede esconder cualquier cosa porque no hay promoción de la agricultura o la ganadería, no hay instituciones educativas y no hay becas para estudiar por eso aquí es respetable es el que tiene el rifle más grande.
Es un problema sociopolítico, no de la gente, es cuestión de política porque se ha dejado que tome las riendas de la seguridad la delincuencia, han empoderado las autoridades a los delincuentes, les han dado cartas credenciales a los grupos delictivos y eso es un error.
“Yo sigo una tesis que es del Papa con el diablo no se pacta, no se hacen alianzas con el diablo; siempre vamos a perder con un delincuente que está fuera de la ley que sabe mentir, que sabe robar, que sabe secuestrar, que no tiene palabra, que vive fuera de la ética y de la moral, con esos hasta en las canicas salgo perdiendo, me roban me roban mi calcetín y los caicos, salgo perdiendo.
“Un segundo error es llevar al poder político a los delincuentes, si tu llevas a una autoridad a quien ha estado coludida con un grupo delictivo tarde o temprano le va a salir la esencia, el perro que es huevero aunque le quemen el hocico”.
Ante la cercanía de las elecciones del 2021 advierte que un delincuente es un delincuente y no puede ser político y se puede apuntar que la política está mal, pero también la sociedad porque vemos a un fulano que trae una pistola grande y todo mundo lo adula y hasta le dicen señor.
“No, no lo son, son bestias que se bajaron del pedestal de los humanos a vivir como perros, alguien que destaza un humano es una fiera, alguien que se traga el corazón de un hermano, es un perro y ofendemos a los perros… ¿Cómo defender a un delincuente de esa magnitud? Son bestias que no tiene derechos humanos y la ciudadanía es corresponsable de esta situación”.
La política, única vereda
Aunque señala el padre Goyo que la política es una grima reconoce que es la única vereda que hay para que vuelva la paz, para que haya desarrollo, pero hay que rescatarla porque está en estado de coma y es la sociedad la que puede darle vitaminas para que sea sana y creíble.
“Yo no creo en un levantamiento armado, no creo en el golpe de estado, no creo en una revolución, no son la solución, tampoco la negligencia y la dejadez, qué te valga madre el asunto, no, tampoco es eso darle la espalda a tu pueblo, es la política la solución, aunque no nos guste, viene 2021 y hay que elegir candidatos sanos, hombres y mujeres que den la cara, no discursos”.
Es una corresponsabilidad política y social y también de la Iglesia Católica porque está viendo lo que pasa en El Aguaje, Los Pozos, Chila y se queda silencia y el obispo se junta a comer con los delincuentes. “Yo quisiera ver un obispo que tenga los tanates de irse a parar en El Aguaje y hacer un escudo humano para proteger a la gente, pero es pedirle peras al olmo”.
Y es que dice que así como los malos tienen gatilleros y francotiradores también tienen gente con rostro de monjita que van y corrompen a políticos e instituciones, al Ejército, a la policía, a la gente que se suma con ellos y que también tienen corresponsabilidad y les pide que ya se pongan las pilas y se pongan a trabajar las tierras tan fértiles del valle de Apatzingán para que vuelva a ser como hace 20 o 30 años, cuando era próspero y cada uno se ganaba el pan de cada día con el sudor de su frente.
“Yo acuso a todo mundo de que somos corresponsables, pero no estamos muertos todavía y en todos lados hay gente honorable y con ética para salvar a esta región, al estado, al país”, señaló el presbítero actualmente suspendido de las actividades religiosas, lo cual le da mayor libertad para la labor social que realiza a favor de los desplazados por la violencia generada por los grupos delincuenciales.
La sotana le estorbaba
“Ayer la sotana me estorbaba, hoy le puedo decir al obispo que chingue a su madre con facilidad, qué son encubridores de pederastas hoy puedo decirlo, como puedo decirle al gobierno que está vendido con los delincuentes, puedo decirlo con más facilidad y ayudar es mi esencia”, porque recuerda que su abuela y su madre le enseñaron que, si no reconoce a Dios en el suelo, Dios no lo reconocerá en el cielo.
La suspensión fue para celebrar misas y recoger limosnas, pero dice que eso me vale madre porque nunca anduvo tras el canasto de la limosna, pero sí tras la canasta y ni siquiera la suya sino de la de los que tienen hambre.
Irónico, reconoce que sí cometió algunos errores como el de no aportar recursos ya que en los últimos dos años hizo más de mil bautizos y por cada uno se deben cobrar 100 pesos y no los cobró, pero como el obispo se lleva la mitad, debió entregarle 50 mil pesos y le dio puro chile.
También celebró misas y la colecta que él mismo llegó a encabezar no la entregaba, sobre todo en los últimos tiempos, porque prefería darla a la gente necesitada, como a una señora que le mataron al único hijo tenía y no tenía ni para la caja y la pidió fiada y él mismo le llevó el dinero para que la pagara.
Eso sí duele, ahí estuvo el problema, causó muchos problemas en la Iglesia Católica al no haber dinero para las arcas de quien califica como el sátrapa de Jalisco que está como obispo y que vino de parte de un cártel que lo está subsidiando.