El duro oficio de la cantería en Tlalpujahua
TLALPUJAHUA, Mich., 7 de septiembre de 2022.- El oficio es duro, reconoce Adrián, artesano de la cantera, quien también muestra su gusto por este trabajo. Sin inmutarse, toma una piedra no muy grande y explica que va a hacer un águila, un trabajo que le llevaría por lo menos dos horas.
Martillando la piedra, Adrián cuenta que lleva trabajando la cantería desde los 17 años, es decir, hace dos décadas, ya que ahora tiene 37. Es una herencia, ya que, su padre también se dedicó a este oficio.
El hombre continúa martillando, trabaja sin protección. Se excusa por ello y reconoce que algunas veces el polvo le entra en los ojos. "Es importante tener los lentes, pero no nos vemos bien”, bromea y explica que la cantera no es tan peligrosa como el mármol si entra en los ojos.
Cuenta que él va a los bancos de piedra para buscar el material, y dependerá el tamaño de la pieza que se quiera hacer, el conseguir determinado tamaño. Económicamente, dice que el trabajo no es muy bien pagado, pero le deja cuando se pone a "chambear". En este sentido, explica que todo negocio deja si uno lo conoce y lo trabaja.
Las piezas pueden venderse en unas horas o en semanas, expone el artesano, mientras saca una herramienta eléctrica, una pulidora, y le va dando forma a su pieza. Cuenta que algunos trabajos como el de la Virgen de Guadalupe, puede costar ya terminado, de 17 mil a 25 mil pesos.
Las piezas más complicadas que le ha tocado hacer, recuerda, son La Virgen de la Piedad y La Santísima Trinidad. Confiesa que a él le gustaría hacer una familia de leones, y un día de estos lo hará, adelanta.
Al final, tras unos 20 minutos de trabajo, el artesano termina la cabeza del ave, una labor que sin prisas y con paciencia, debería durar por lo menos 20 minutos...