El arte de regalar
MORELIA, Mich., 25 de diciembre de 2020.- Ya lo dicen los conocedores: regalar es un arte. Se trata de, con un solo detalle, describir un cariño, pero además dando en el punto exacto del gusto del otro. Hay que conocer muy bien a quien se le va a regalar algo; hay una cierta intimidad.
Pablo recibió la típica bufanda en un intercambio del trabajo. Aunque no se realizó la tradicional posada de la oficina, sí decidieron hacer un intercambio. Se fueron por la fácil: o una taza o una bufanda. Sin embargo, Pablo acepta que hubiera preferido la taza; no usa bufandas e incluso no le gusta el color; "la verdad, se va a quedar por ahí arrumbada, porque no me la voy a poner", dice, y más tarde ya tiene pensado que se la va a regalar a alguien más.
Para Andrea, quien tiene apenas tres meses con su novio Luis, es difícil saber qué regalarle en Navidad, reconoce que aún no lo conoce bien, y le apena preguntarle sobre algunos gustos, a sabiendas de que él sospeche que esa información es para un regalo. Dice que le va a regalar tres cosas; "alguna le gustará", asegura.
¿Qué se le regala a quien todo lo tiene?, se pregunta Salvador, que debe hacer un regalo a un tío que parece ya tener todo lo que quiere. Piensa que es un cliché "de jodidos" eso de: "regala amor, no lo compres". Piensa en una pluma fuente, algo elegante.
A veces uno regala lo que le gustaría recibir. Carlos entró a un intercambio navideño con la familia. Marcaron un margen de gasto de entre 400 y 500 pesos, por lo que Carlos compró una bocina inalámbrica de buena marca, excediendo un poco el margen. Confiesa que a él le hubiera gustado recibir esa bocina, sin embargo le regalaron un kit de herramientas, lo cual le causó frustración.
Los regalos se agradecen, aunque a veces también se quieran cambiar. Le sucedió a Elena, a quien su tía le regaló el clásico suéter navideño con unos renos incrustados. Pese a que el suéter parecía de buena etiqueta, y había sido comprado en una tienda departamental, Elena no contaba con el ticket de compra, y pudo más la pena de pedírselo a su tía, que el rechazo por el suéter.
Regalar es un arte, es un acto de dos donde se depositan expectativas, y donde todo puede pasar. Aquí caben cientos de dichos, como: "a caballo regalado no se le mira el diente", pero también: "no (regales) hagas lo que no quieras que te (regalen) hagan".