Dos o tres cosas que sé de un acuario, cortometraje de historias ocultas
MORELIA, Mich., 9 de octubre de 2024.- Dos o tres cosas que sé de un acuario es un cortometraje dirigido por Diego Cortés donde parece que no pasa nada y pasa todo, son las microhistorias de un espacio en un día cualquiera. Este trabajo es parte de la competencia de la Sección Michoacana en esta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
En entrevista con Quadratín, el joven realizador manifestó que llegó a esta historia yendo a un lugar que siempre le ha parecido familiar, un acuario que está ubicado en Morelia, un lugar que se llama Fauna, "yo siempre pasaba y me sorprendió verlo con mis ojos de ahora y ver todas las historias, toda la gente que pasa por ahí, todas estas sensaciones".
El realizador señaló que una cosa que le encanta de ese lugar es la sensación térmica que existe adentro, y la sensación sonora también, porque siempre se está escuchado un ruido, "nunca hay silencio total salvo hasta el fondo, y ni tanto, solamente se distribuye un poco el ruido, entonces esa sensación sonora me cautivó bastante", expresó Diego, y es que en su corto todo el tiempo se escucha el agua burbujeante de los acuarios.
Un día que fue a sacar su pasaporte con su novia por la zona de la avenida Lázaro Cárdenas en Morelia, le quiso mostrar los lugares por donde creció, y pasaron por el acuario Fauna, y pensó que ser un buen lugar para mostrarle a alguien que no es de Morelia, un poco de la ciudad, "Morelia tiene lugares interesantes, pero uno de los lugares más interesantes para mi gusto es ese espacio".
Al entrar al lugar le gustó aún más e ideó una historia donde el espacio fuera importante y un lugar protagónico, "entonces llegué a casa y la empecé a escribir, pero dije: 'de qué escribo, qué pasaría', y pensé: 'que se pierda un animal, sería bueno para poder progresar la historia", de ahí fue matizando los personajes y sus acciones, donde metió barreras y trabas al personaje principal.
El guion de cortometraje para este trabajo lo escribió en junio del año pasado, contó, y entonces lo metió al concurso de guion que realiza el FICM y resultó ganador en la edición pasada, "en teoría, mi plan no era dirigir este proyecto, no era realizarlo al menos en dos años, yo tenía un proyecto más pequeño, uno de solo dos personas en una habitación, pero dije: 'este ya ganó un premio, ya tengo el dinero para hacerlo, pues hagámoslo, para qué esperarme tanto tiempo".
La principal dificultad en el trabajo con los actores, reconoció el realizador, es que al no ser actores todos tienen sus propias actividades y entonces es difícil la convocatoria para ensayar, "entonces nada más podía ensayar un día con una persona solamente y yo hacer el otro papel, eso fue algo contraproducente".
Con Eduardo Flores, quien lleva el rol del protagonista principal, Luis, estudio ensayando por lo menos cuatro días a la semana en jardines del centro histórico, "para mí este es el personaje que lleva el trabajo, entonces si este personaje no era atinado, el corto no iba a quedar lindo".
El corto ya ha sido inscrito en otros lados, pero aún no obtiene respuesta, expresó Diego Cortés. El plan que tienen es moverlo por todo México y ver si también puede llegar a festivales internacionales.
Sin tener ninguna relación con los dueños de este acuario, Diego contó que un día se presentaron él y la productora con la dueña pidiéndole que leyera el guion para poder pedir permiso de realizar el corto. La convencieron y la dueña les dio los domingos que por lo regular no se abre el acuario, "fue bien lindo tener un lugar para poder jugar, es como tener un propio set".
Cabe señalar que ninguno de los animales que participan en este corto sufrieron daño alguno, porque incluso para su participación, hubo un casting, y tras las pruebas fue la tortuga Armonía la que resultó ganadora.