Disfrutan morelianos de la pista de hielo en el centro
MORELIA, Mich., 10 de diciembre de 2022.- Desde muy temprano los morelianos y turistas se instalaron en las taquillas de acceso a la pista de hielo, querían aprovechar la oportunidad de patinar por una hora sin sol, pero también con poca gente y sin fila.
Las caídas son el pan de cada hora, niños, niñas, estudiantes universitarios, adultos de todas las edades; la pista no solo es novedosa, sino que entretenida, que provoca en los temerarios que no saben patinar a enfrentar sus miedos y a los que sí, a presumir sus talentos. Que lleva a los paseantes más apresurados a detenerse por un segundo a ver a los patinadores aficionados.
Porque la pista es más que solo hielo y cloruro de potasio. Es el pretexto perfecto para deslizarse entre los brazos de la pareja y dejarse “cuidar”; también abona en la reconstrucción del tejido social, ¡aquí nadie es antipático ante una caída! En un espacio alegre, encontrar una mano extendida o preguntas como ¿estás bien?, son lo más común, pero en una ciudad donde todos caminan aprisa y las noticias de la violencia se esparce como pólvora, la empatía sienta bien.
Matías, Nytzia, Auri y Yari, todos patinadores por primera vez, expresaron su emoción, previa a entrar y también ya con la ropa húmeda, producto de las caídas. Pero alegres por la experiencia.
Proveniente de la calurosa ciudad de Apatzingán, Yari no se resistió a la pista, eso sí con todos los nervios por delante.
“Es mi primera vez, estoy bastante nerviosa, porque siento que me voy a romper la boca; vengo con mi pareja, y yo no sé patinar, definitivamente no sé…”, declaró sonriendo nerviosa mientras le ayudaban a ponerse los patines.
“Me he caído muchas veces… ahorita otra vez, casi me caigo, pero no me dio miedo”, y “muy buena experiencia, me he caído varias veces, es mi primera vez en pista de hielo”, expresaron a su vez Matías y Nytzia, primos que a pesar de la diferencia de edades gozaron por igual: sudando la gota gorda por la combinación del miedo y la emoción.
Auri, ya patinadora en línea, si sabía cómo hacerlo, pero experimentó igual la emoción de hacerlo en pista por primera vez.
“Estuvo muy padre, sabía patinar poquito y casi me caigo, pero no…”, añadió.
La oportunidad de patinar en hielo es cada hora y el acceso es rápido, mejor si vas preparado con tus calcetines arriba del tobillo y, de preferencia, sin bolsas o cosas que te causen retraso.
Karen Murti Villaceja, encargada de la pista, recordó que patinar es una experiencia que encanta a las personas y se puede ver también reflejado en la buena respuesta de los morelianos.
“El ánimo está padrísimo; para quienes no han patinado es una experiencia increíble, pero para quienes sí, te aseguró que hacerlo a un costado de catedral, es una gran oportunidad”, comentó ante las cámaras de esta agencia.
Con apenas unas horas de servicio, se calcula pudieran haber ingresado ya cerca de mil personas, evento que ha transcurrido en saldo blanco.