Desde las 4 están formados con el objetivo de obtener su primera dosis

MORELIA, Mich. 20 de marzo de 2021.-Tras más de una hora de amontonamiento, finamente el complejo Revolución logró ordenar el proceso de vacunación de casi un millar de adultos mayores que fueron convocados al deportivo para que les fuera aplicada la primera dosis de Pfitzer.
Un recorrido hecho por Quadratín, recogió que hubo quienes arribaron desde las 4 de la mañana para garantizar el lugar y el antídoto.
Cientos de adultos mayores se afilaron junto a la malla del deportivo, por la Avenida del Estudiante, para acceder a las canchas de básquetbol, donde se dispuso el sillerio para que los azules mayores fueron vacunados y esperaran unos 20 minutos y evitar cualquier reacción contraria al antídoto.
La Secretaría de Ayuntamiento, Mónica Ayala tuvo que mantenerse en el sitio para restablecer el orden en el filtro, donde se aglomeró un gran número de personas.
Pese a que todos fueron con cita, muchos de ellos coincidieron a la misma hora de la apertura, y muchos más desde antes.
Por la calles se veían sillas de ruedas con adultos mayores que empujados por hijos o nietos, que mostraban malestar por la desorganización.
Las quejas de la falta de sana distancias estuvieron presentes hasta que se abrieron dos filas para despresurizar a los asistentes.
Por el micrófono, una voz pedía mantener las medidas de Dana distancias y recordaba que sólo habría vacuna para quienes tuvieron cita.
El proceso era tedioso, mienta el asilo arreciaba sobre los cuerpos de los adultos mayores, muchos de ellos con cubrebocas y los más, con caretas y anteojos protectores.
Adentro, enfermeras con las hieleras y picando el brazo izquierdo, mientras eran seguidos por la polémica y criticada figura de la futura de los denominados Servidores de la Nación que levantaban datos personales de los vacunados.
En la fila, tres personas, entre ellas un hombre de 51 años que dijo que fue llamado dos veces por la Secretaría del Bienestar, pero no mostró la hoja de registro.
Cerca del módulo de la Cruz Roja, una señora en silla de ruedas con un sangrado nasal, producto, dijo, de la insolación, nada que preocupar.
Dos militares, con las insignias del Plan DNIII, rifle al hombre, recorrían el perímetro para brindar cualquier ayuda.
Fue una jornada ordinaria, en una situación extraordinaria.
La vacuna dio esperanza a 997 adultos mayores.