Demanda líder católico armenio condena por agresiones de Azerbaiyán
EREVÁN, 20 de enero de 2023.- El líder de la Iglesia Católica en Armenia, Gareguin II, lamentó que la comunidad internacional no condene debidamente las agresiones militares contra Armenia por sus vecinos de Azerbaiyán.
Al reunirse con legisladores mexicanos que conforman el Grupo de Amistad México-Armenia, el patriarca religioso reconoció ante los congresistas el esfuerzo por revelar la verdad y presentarla al gobierno y al pueblo de México.
En un diálogo con la diputada panista Berenice Juárez Navarrete, Gareguin manifestó que el interés de la Iglesia que representa es la recuperación de los derechos del pueblo armenio.
En este sentido, denunció que persiste la barbarie contra soldados prisioneros de guerra y contra la sociedad civil de los territorios invadidos, que son víctimas de xenofobia y odio.
También acusó ante los diputados mexicanos que el gobierno de Azerbaiyán mantiene la política de agresión contra Armenia y persiste en la invasión de territorios.
Las agresiones también son de carácter religioso, pues la invasión incluye la destrucción de monasterios, iglesias, santuarios, incluso el monumento conocido como La Cruz, uno de los iconos religiosos de Armenia, que fue saqueado con 6 mil de sus piedras.
En la conversación, la diputada Berenice Juárez comentó que México también enfrenta sus propias guerras y destacó que en Morelia, la Arquidiócesis que preside el Arzobispo Carlos Garfias de enfoca en la construcción de la paz, mediante la reconversión del tejido social.
Gareguin II enfatizó que para alcanzar la paz en esta región, es fundamental el involucramiento de la comunidad internacional, y recordó que el conflicto entre ambas naciones se remonta décadas atrás por disputa de la región Nagormo Karabaj.
Al encuentro también concurrieron la embajadora de Armenia en México, Armella Shakaryan; el cónsul de ese país en Michoacán, Jack Sahakian; el cónsul honorario de México aquí, Nikolay Kostandyan, y el diputado Mauricio Prieto Gómez.
A manera de cortesía, la misión mexicana obsequió al patriarca católico armenio una cruz de manera elaborada por artesanos de Pátzcuaro.