Dejavú, agrupación de reclusos que aspira a llegar a Spotify

MORELIA, Mich., 16 de octubre de 2020. - De la mano de Marcelle Núñez Huerta, psicóloga, y con el apoyo de sus familias, cinco jóvenes privados de la libertad, que integran el grupo de rock Dejavu, buscan llegar a Spotify y YouTube e integrarse al mundo de la música desde la prisión.
Su "manager" se conmovió con la iniciativa y, junto a la asociación que lidera, tienen proyectado concretar la idea de equipar un estudio que aísle el sonido, mejorar la calidad del producto y grabar sus primeros demos, que les permita vivir a sus integrantes la experiencia de presentar un producto de alta cálida y estimularlos desde la cultura, para que al final de su absolución o condena, tengan una opción diversa para vivir.
La música se ha vuelto una herramienta de acceso a la paz, que los emociona en pensar en un futuro, que aún en el encierro les ha cambiado la vida.
"La música es una salida de este mundo... Tenemos otras actividades, como el trabajo. Pero sabemos que de 5 a 7, vamos a tocar, es nuestra salida", dijo con nerviosismo Olaf, guitarrista y de alma rockera, fanático de bandas icónicas como Fanny Hill.
Ismael y Lenin descubrieron su talento musical estando dentro, ubo tocando la guitarra y otro la batería.
"Yo no tocaba, fue aquí dentro. Es herencia de mi mamá, ella es cantante... Yo le digo a mis compañeros, lo que vean que no me sale, échenme la mano. ", refiere Ismael, porque además de ser un músico recién descubierto, le gusta la música grupera y no eata familiarizado con Soda Estéreo y La Cuca.
En este mismo supuesto se encuentra Lenin y Filiberto, los que aprendieron de manera lírica, porque otros compañeros les enseñaron a tocar la guitarra. La motivación fue tal formaron un dueto y concursaron en eventos internos.
Porque eso sí, en El Kilometro hay de talento, se encuentran músicos, pintores, actores, muralistas, chefs, médicos, radiologos, etc.
"El encuentro con el grupo fue por él-señala a su compañero Lenin-, le agradezco. Le estamos echando ganas a cada canción, la música es nuestra salida a otro mundo y mantener nuestra mente en control", explicó Filiberto frente a la cámara, en medio del nerviosismo y saludos espontáneos a sus hijos Ángel, Valería y Jesús y su esposa.
Lenin, el incitador a la música, reconoce que luego de haber aprendido asistía a clases y ahí le puso el ojo a su compañero. "vi que tenía mucho talento, Filiberto, y le dije: vamos a tocar juntos".
En la letra de canciones de Benny Ibarra, Lenin expresa sus emociones, y "recuerdo a mi hijo, tiene seis años... Cuando la canto le pongo sentimiento", comparte a la cámara, sonriendo, asegurando que sí, sí sueña y si se ve presentándose en el Foro Sol, en Madrid y festivales internacionales.
El vocalista... Raúl es uno de los más experimentados en las actividades culturales que se llevan en ese Centro, y a quién más le gusta el rock en español.
Desde aquel 2016, cuando Dejavu se coronó como el mejor de las agrupaciones existentes en los centros de reinserción social, Raúl no ha dejado de cantar, y también escribe canciones.
Entre los aprendizajes que le ha dejado la estancia por 8 años en prisión se encuentran las enseñanzas en teatro, danza, fábrica artesanías, acude a la escuela, vende huaraches y cocina, entre otrss actividades.
Como a sus compañeras, los jueces no han resuelto su condición ante la ley. No lo han condenado y sigue preso, con todo y que la ley marca un período máximo de cinco años para que se dicte sentencia o se absuelva.
Los instrumentos con que inició el sueño de la música, recordó, inició en la iglesia. Pero al haber cambios con quien iba a celebrar, los instrumentos se los recogieron.
Pero "un patrocinador de aquí, un compañero que nos apoya condicionalmente nos compró los instrumentos. Primero las guitarras, instrumentos acústicos y al final la batería", no son los mejores del mercado, pero son más que suficientes para satisfacer sus ansias por cantar, mientras se les presenta la oportunidad de algo mejor.
Los cables y el ecualizador lo improvisaron.
"nosotros los hicimos artesanalmente. También las bases", bancos y mesas de madera que fueron improvisando según las necesidades.
Su pasión por cantar se la ha contagiado a sus dos menores hijas, quienes viven fuera y ya dan muestra de su interés por la música, manifestó el joven de 28 años.
"Mis hijas me han visto tocar y se emocionan, una ya esta tocando el piano y otra canto", dijo.
Su sueño es presentarse al Vive Latino, pero esta consciente que es un camino largo y la necesidad de tocar puertas, del surgimiento o dar forma a la oportunidad que esperan.
Marcelle Núñez Huerta, quién esta afuera y esta decidida en ayudarles, como representante, pretende posicionar los covers de los jóvenes como pocast en Spotify y clips en YouTube, para aportar desde la iniciativa privada su tajada en la reinserción social de las personas que se encuentran privadas de la libertad, procesadas o sentenciadas.