Cuando les cambió la vida a Bombona, Gordo y Paloma... adoptar mascotas
MORELIA, Mich., 29 de enero de 2023.- En una zona del bosque Cuauhtémoc, uno de los pulmones importantes de la ciudad, se reunieron adoptantes, adoptados y quienes dieron en adopción, en el marco de la primera feria de adopción del año, organizada por Centro de Atención Animal de Morelia. Ahí también se contaron historias.
Está el caso de Bombona, una perrita de color pardo que fue recogida en la carretera por la zona de Álvaro Obregón, camino al Aeropuerto Internacional de Morelia. Una vez recuperada, Bombona fue llevada a Control Canino; ella tiene alrededor de un año, es juguetona, lista, inquieta y cariñosa, por lo que requiere de un espacio grande y que diariamente la saquen a pasear.
Su cuidadora, Cristina, que la ha tenido en hogar temporal por seis meses, acudió a estar feria para ver si podía colocarla. Lo que espera Cristina de la persona o la familia que se quede con ella, es que la cuiden mucho, pero la primera esperanza es que la quieran como si fuera de su familia; "que le dediquen su tiempo para poderla sacar a pasear, que sí la consideren como un miembro de su familia", expone a Quadratín.
El caso de Gordo, es uno de éxito. Tiene ya 10 años con la familia de Jorge Luis, y se sienten contentos de que sea parte de su familia; "nos ha ido muy bien y nos sentimos contentos nos adaptamos a él y él a nosotros, y es algo que nos hizo adoptarlo", expresa su cuidador, quien recuerda que la razón principal fue el gusto de sus hijos, quienes en ese entonces estaban en la primaria.
La adopción se llevó a cabo en una feria que se realizó en la explanada de Ciudad Universitaria, y desde entonces disfrutan de su compañía; "es muy hogareño y le gustan las personas, en cuanto lo acaricia uno, luego luego es lo que le llama la atención, y educado también, porque no se hace dentro de la casa, lo estuvimos entrenando y le cuidamos los alimentos y le dimos los cuidados normales", expresa Jorge Luis.
En su experiencia, adoptar a Gordo fue algo muy bueno, primero por una cuestión social, porque es triste ver a los perros en situación de calle, que incluso puede darse un foco de infección por sus heces. Y en segundo lugar, no menos importante, el cariño y la felicidad que les ha traído.
Paloma lo tuvo un poco más difícil, fue rescatada de la zona de Capula donde vivía en condiciones terribles; se le nota el trato, es tímida, agacha la cabeza. Es una perrita joven, no debe pasar de los dos años.
Oliver, su rescatista, cuenta a Quadratín que simplemente le pidieron a la persona que la tenía, que la diera en adopción porque estaba en condiciones tristes. El señor no opuso resistencia y aceptó que se la llevaran porque entendió que la tenía en una mala situación, incluso pidió cuidados para ella.
"Siempre ha sido muy tranquila, cuando fue rescatada estaba muy desnutrida y muy asustada, hoy en día socializa mucho y es más cariñosa", expresa el cuidador que ya tiene pocos meses con ella en lo que la coloca.
La recomendación a quienes adopten es principalmente que tengan la responsabilidad de cuidar a los animales, si no van a llegar a la misma situación de maltrato que vivió Paloma; "un perrito no merece eso", reflexiona.