Crecerá población infantil con obesidad por Covid, alertan especialistas
MORELIA, Mich., 20 de septiembre de 2021.- México experimentará, en los siguientes dos a tres años, un repunte aún no estimado en su población infantil y adolescente que registra sobrepeso y obesidad, como consecuencia de la pandemia de coronavirus (Covid 19), alertaron médicos endocrinólogos pediatras.
Como parte de la conmemoración del Día Internacional Concientización sobre el Crecimiento Infantil, Patricia Medina, endocrinóloga pediatra, destacó que al corte de 2019 había en el país 40 millones de niños y adolescentes, de los cuales el 30 por ciento enfrentaba algún grado de sobrepeso u obesidad.
Sin embargo, el confinamiento que se vivió en México en 2020, como medida para buscar contener la pandemia de Covid 19 favoreció la disminución o, de plano, ausencia de actividad física y ejercicio, así como el aumento en la ingesta de alimentos de alta densidad calórica por cuadros de ansiedad o depresión, lo que a su vez llevará en el mediano plazo a un alza en la cantidad de menores de edad con alto peso, riesgo metabólico y alteraciones del crecimiento.
“Tenemos ahora un 30 por ciento de nuestros niños y jóvenes con sobrepeso y obesidad, una prevalencia importante, y no sabemos cuánto pueda aumentar, pero de que lo hará es un hecho, somos mucho más sedentarios, los niños y jóvenes pasan largas jornadas de clases en línea en sus casas, inclusive en sus recámaras, ni siquiera se mueven en sus casas, la movilidad es prácticamente nula”, detalló.
Además, el confinamiento propició el desarrollo de cuadros de ansiedad y depresión, que se asocian en muchos casos a un repunte en la ingesta de alimentos de alta densidad y un uso excesivo de dispositivos electrónicos, aparte del tiempo dedicado a las clases en línea.
Talla baja, la otra cara de un mismo problema
Patricia Medina advirtió que estos podrían resultar factores obvios, pero desencadenan otras posibles causas de alteraciones del crecimiento, como el desarrollo de la pubertad precoz, que se presenta cuando el niño inicia la pubertad a una edad temprana, lo que provoca que crezca mucho en poco tiempo, pero también que en poco tiempo cese de hacerlo y quede con una talla menor de la que le correspondía por herencia familiar o genética.
Expresó que este año se ha detectado una cifra elevada de niños que inician de manera precoz su pubertad, por lo que alcanzan alta estatura respecto de sus compañeros, pero su período de crecimiento terminará antes de que ellos lo hagan y no tendrán su pronóstico de desarrollo.
El 13.9 por ciento de los niños y adolescentes en México, datos de 2019, tenía talla baja, por lo que, a la par con el sobrepeso y la obesidad, se le considera un problema de importancia en el país.
Aunque la talla baja se asocia a desnutrición, retardo constitucional (niños que crecen mucho o normalmente y luego se detiene o frena su desarrollo), talla baja familiar (patrones que muchas familias consideran normales) y problemas de salud, como el hipotiroidismo y la deficiencia de la hormona del crecimiento, una ingesta elevada de alimentos de alta densidad calórica, que lleve a una pubertad precoz, también puede desencadenar una condición de talla baja.
Aunque en promedio se espera que los hombres mexicanos alcancen una estatura de 168 centímetros, y las mujeres, 158 centímetros, los parámetros de talla baja varían en función de la región del país, la alimentación, la situación económica y social del niño o adolescente, su estado de salud general, entre otros.
Entre los datos de alerta más comunes de problemas con el crecimiento de los niños y adolescentes, Patricia Medina señaló que el infante sea más pequeño que sus compañeros, una detención súbita del crecimiento, un cambio lento de talla de ropa o de zapatos, y variaciones repentinas en la velocidad del desarrollo.
Aunque, acotó, el ritmo del crecimiento varía en función de cada individuo, se espera que la mayor tasa se presente en los primeros años; así, hasta el primer año de vida el niño podría aumentar hasta 25 centímetros; al segundo, hasta 12 centímetros, y al tercero, hasta 8.5 centímetros.
A partir del tercer año, se prevé que el niño crezca a razón de cinco a siete centímetros por año, hasta la pubertad, cuando las niñas crecerían hasta ocho centímetros por año y los niños, de nueve a 10 centímetros, durante un lapso de 12 a 18 meses.
Por su parte, Carlos Antillón, médico endocrinólogo pediatra, indicó que es fundamental que los padres permanezcan atentos al crecimiento de los niños y adolescentes, además de a sus prácticas y hábitos de sueño, alimentación y actividad física, y retomar con regularidad las consultas con el médico pediatra para seguimiento, por lo menos una vez por año.
“El crecimiento refleja la situación emocional y social, el estado general de la salud, por eso es vital su cuidado”, reiteró.