Clases en línea, reto de adaptación para docentes
MORELIA, Mich., 9 de mayo de 2020.- Lucía es una profesora de 47 años que trabaja dando clases en los ámbitos universitario y de bachillerato. Debe preparar sus clases de manera distinta a como lo ha hecho durante otros años, ahora todo es virtual y tiene sus complicaciones; todo ha cambiado.
"En un principio pensé que sería mejor porque iba a evitar los desplazamientos en las horas pico cuando tenía clases, puesto que una de las escuelas donde trabajo está en el centro, y desde donde vivo a veces perdía casi una hora en el traslado", explica Quadratín mientras se prepara para subir calificaciones.
Ahora se ha dado cuenta que sí tiene complicación el hecho de no tener a los alumnos de manera presencial, sobretodo en una de las escuelas porque su clase es más práctica que teórica, lo cual puede perjudicar el aprendizaje de los alumnos al no poder supervisarlos de manera directa.
En una de las escuelas donde trabaja les pidieron a todos los profesores usar la misma plataforma para poder dar clases y subir calificaciones. Sin embargo, a nivel universitario ella utiliza la plataforma de Skype, la cual ya creía obsoleta. Esa es la manera en la que se comunica con sus alumnos tres días por semana.
"Tengo abiertas seis pestañas de la plataforma en la computadora, porque tengo que subir las calificaciones y organizar las clases", señala Lucía, quien explica a Quadratín que le ha costado un poco de trabajo tener que entrarle a la cuestión tecnológica, aunque ve en mayores dificultades a sus compañeros profesores que son más grandes de edad.
La profesora explica a este medio que ya percibe que el número de tareas y actividades que tienen que realizar los alumnos por este confinamiento, les ha generado enfado y molestia, ya que esperan de las materias prácticas una actividad más viva y no sólo intelectual; "pero tampoco les puedo pedir material porque los comercios están cerrados, porque las papelerías no son comercios esenciales", cuenta.
Pero Lucía también vive la parte de ser madre de una adolescente que toma clases de manera virtual; "nunca había tenido la oportunidad de escuchar a un maestro dirigirse al grupo de alumnos donde está mi hija, en este caso pude notar la molestia del maestro, que entendí también está colapsado por esta contingencia", expone.
"Creo que esta época es un reto para los maestros, para lograr que los alumnos sigan aprendiendo, sigan adquiriendo los conocimientos de las materias. Y nosotros también, como maestros no sentirnos frustrados y llegar a imaginar que no somos necesarios, porque hoy en día pareciera que lo virtual reemplaza muchas cosas, pero no hay que engañarnos", sentencia la académica.