Centros de rehabilitación, un mal necesario: JAP
MORELIA, Mich., 2 de julio de 2020.- En lo que se refiere al trabajo asistencialista en materia de rehabilitación y combate a las adicciones, los “buenos samaritanos” han incurrido en malas prácticas que “en lugar de servir, se sirven”, sin embargo, estos argumentos, expresados por la directora de la Junta de Asistencia Privada (JAP), Rocio Imelda Velasco Ocegueda, no son suficientes para implementar medidas que lleven al cierre de estos espacios.
En la entidad, como reconoció la funcionaria estatal, no existe la certeza del número aproximado o cercano al número de instituciones en operaciones, que reciben a personas, de todas las edades, para ayudarlos a superar las adicciones al alcohol o las drogas, mucho menos se conoce los mecanismo utilizados por las instituciones para acabar con estas.
“No sé decirte con exactitud cuántos centros de rehabilitación existen, porque es una población muy fluctuante; por ejemplo sabemos que hay uno en Prados Verdes y vamos a ver, pero cuando llegamos ya no está”, explicó Velasco Ocegueda.
Entre estos centros irregulares, manifestó la funcionaria, se encuentra el centro Bless You, Dios te bendiga, donde el año pasado cinco hombres fueron privados de la vida a balazos, institución con la que semanas previas se había buscado un contacto, a fin de velar por el bienestar de quienes eran asistidos.
“Inmediatamente, cuando tuve noticia, mandé a los inspectores, porque ellos ya tenían un requerimiento en la Junta, para que vinieran a platicar con nosotros, se regularizaran” dijo la directora.
Sin embargo, también reconoció que en su generalidad estos centros, a los que se refirió como “un mal necesario”, no tienen en orden sus finanzas, porque no cuenta con la capacitación o “formación”, por lo que no se sujetan a las normas vigentes y esto los lleva a ser itinerantes, rentando diversos inmuebles para continuar dando el servicio.
Las condiciones para operar en la ilegalidad les son favorables, ya que no todos los ayuntamientos les exigen a las organizaciones presentar la documentación legal, antes de otorgarles el permiso para establecerse, además de imponerles medidas como tener autorización de Protección Civil, que garantiza las condiciones mínimas de seguridad, y hasta la venia de los vecinos que acepten se instale un espacio como este.
Por lo anterior, y los antecedentes de la muerte de 10 personas en este tipo de centros, así como agresiones a los establecimiento por parte de civiles armados, la directora de la Junta de Asistencia Privada, hizo un llamado “a las personas que tengan conocimiento de un centro nos lo haga saber a la Junta”.
Asimismo, que “si tienen una necesidad, de hacer uso de un centro, verifiquen con la Junta que sea un centro que esté autorizado y registrado; que está trabajando con la ley en la mano”, de los que solo existen cinco en toda la entidad.
Centros que deben tener espacios adecuados, con divisiones por sexo o género; que no tenga hacinamiento; que los mecanismos de ayuda a superar las drogas no sean violentos; con condiciones sanitarias; y, permitan el acceso a las instituciones responsables de velar porque cumplan con su fin principal, siempre privilegiando los derechos de las personas, entre estas la Junta.
Artículo 103. La Junta tiene por objeto fomentar la creación y desarrollo de las instituciones por medio de las siguientes acciones:...
VIII. Ordenar el cuidado y vigilancia de las instituciones en el domicilio legal de las mismas y en los establecimientos que de ellas dependan y que tienda a comprobar:... Si los establecimientos donde las instituciones prestan asistencia son adecuados; Si el trato que reciben los beneficiarios está o no en concordancia con los fines humanitarios de la institución;
Para ello, la Junta debe desplegar a sus inspectores, cuyo número es indeterminado y la posibilidad de generar más espacios es poca, ya que de los poco más 10 millones de presupuesto designado al año, el 90 por ciento se destina al pago de nómina de 26 funcionarios y gasto corriente.