Celebraciones del próximo miércoles no representan conflicto: Iglesia
MORELIA, Mich., 10 de febrero de 2018.- El Miércoles de Ceniza y el Día del Amor y la Amistad no se contraponen y que este año coincidan, el próximo miércoles, no representa conflicto alguno para la Iglesia Católica y sus feligreses, afirmó el sacerdote Oscar García.
El especialista en Sagrada Liturgia señaló que ambas celebraciones tienen un origen religioso, San Valentín es un santo de la Iglesia Católica y el amor y la amistad no son ajenos al cristianismo, mientras que el Miércoles de Ceniza marca el inicio de la cuaresma, tiempo de preparación a la Pascua.
“El amor y la amistad son valores universales y si hubiera más amor y más amistad nos evitaríamos muchos conflictos, muchas venganzas, muchas guerras, Jesucristo predico el amor como una donación total… pero nosotros mismos lo hemos trivializado y lo reducimos a una expresión -carnal-, pero el amor es mucho más que eso.
“Yo creo que podemos perfectamente ese día abrir la cuaresma con la imposición de la ceniza y también podemos predicar sobre el amor precisamente a los que se preparan al matrimonio, a los novios, por el gran compromiso de lo que significa el compartir la vida”.
El presbítero señaló que entre las muestras de amor las hay limpias de cariño entre amigos y novios y también está “lo otro” que no deja de ser parte de la mercadotecnia y no precisamente porque regalar algo sea malo si es un pequeño detalle de lo que debe significar el servicio a los demás.
García dijo que será interesante compaginar los dos discursos que, insistió, no se contraponen, la gente va a ir a recibir su ceniza y también se puede celebrar el Día del Amor la Amistad ya que el sacrificio que pide la Iglesia se relaciona con la abstinencia de carne y el ayuno, pero hay que darle un mayor sentido como dejar aquello que nos impide desarrollarnos como personas.
“Hay que abstenerse de aquellas actitudes que no me hacen ser una buena persona, puede ser la crítica, el egoísmo, la soberbia, el orgullo; tenemos que ir más allá de lo que significa abstenerse de un simple alimento, no es que el comer carne me haga mejor o me haga peor, si yo dejó de comer carne tengo que acompañarlo de una actitud de vida, eso es lo importante, el valor que yo le doy a ese gesto”.
En entrevista realizada en el Seminario Diocesano, en uno de los recesos de su carga académica dijo que la iglesia no tiene los instrumentos para medir con precisión cuántos feligreses siguen la tradición del miércoles de ceniza, pero en un mundo globalizado hay cosas que se van perdiendo.
“Nosotros estamos insistiendo en esto, de hecho, se puede suplir la abstinencia de carne por un sacrificio, visitar a los enfermos, a los encarcelados, hacer una obra buena a alguien que me necesita, prestando un servicio; esto es lo que se va a insistir más, en las obras de misericordia”, indicó el sacerdote.