Black Jaguar White Tiger, lugar que desde afuera huele a muerte
MORELIA, Mich., 6 de octubre de 2022.- Las alarmas se encendieron para protectores de animales cuando se conoció el caso de maltrato y abandono de felinos en el llamado santuario Black Jaguar White Tiger, en la zona del Ajusco, en la Ciudad de México.
La precaria condición de decenas de animales ameritaba urgente actuar; activistas contactaron a autoridades y estas, a su vez, a personal experto de diferentes zoológicos del país, entre ellos, el de Morelia
El director de este recinto michoacano, Julio César Medina Ávila, relató a jóvenes la odisea que representó el rescate de felinos que, al creer estar en un santuario de cuidados, pasaron de la gloria al infierno.
Posterior al llamado de alerta, el equipo de expertos no lo pensó, se preparó y aguardaron la fecha de salida hacia el Ajusco; cuando al fin se les indicó, partieron con la expectativa de salvar la vida de los felinos cautivos.
El camino de acceso fue complejo, pero no desistieron pese a las inclemencias; ni el frío ni la lluvia mermaron el ánimo; no importó llegar mojados, sin ropa adecuada, pues la prioridad era la vida de los ejemplares, aunque el escenario era desolador.
"No dimensionas las imágenes y los videos que salen, hasta que llegas ahí, y desde que estás afuera huele a muerte, literal, no en figurativo, desde afuera huele a putrefacción, desde que llegas lo ves; nos identificamos todos como médicos, porque no era fácil entrar a ese sitio", dijo.
Jaulas mal hechas, animales casi en los huesos, rostros heridos, patas sin garras, incluso algunos sin dientes, fue la imagen que encontraron los especialistas
"Dijimos, va a estar bien complicado, tuvimos que ver qué íbamos a hacer, evaluar el mecanismo, cómo no lastimarlos; para dormirlos requerimos mínimas dosis, y por la debilidad dormían horas, cuando eran dosis para minutos", recordó el director.
En las horas de jornada de rescate el clima les jugó en contra; llovió, la temperatura bajó, la burocracia y las firmas interminables los retrasaba en su urgencia en el camino, pero no bajó el ánimo por salvaguardar la vida animal.
"Cuando llegamos estábamos a 20 grados, empieza a llover y cuando íbamos por el segundo felino y en cuestión de minutos ya había bajado a 5 grados la temperatura, otra variable que no controlamos, además de que íbamos sin comer", contó.
Mientras avanzaban las horas lograron sacar con extremo cuidado a los animales, con la decisión de salvarnos de ese infierno en que vivían por meses, y que como expertos no podían permitir que siguiera.
El cansancio fue evidente, y aunque preveían regresar a Morelia a las 20 horas, llegaron hasta poco después de la medianoche, con el desafío de iniciar ahora la etapa imperante de recuperación, sobre todo de un león, que es el que venía más débil y deteriorado en su salud.
"Nosotros íbamos por cuatro, pero había quienes iban por 20, y era de tomar decisiones rápidas, el mismo día", expresó.
Hoy, a más de dos meses de la denuncia, la satisfacción es demasiada, pues las dos leonas se encuentran en excelentes condiciones, el león está a poco de estabilizarse y ser exhibido, y los ejemplares gozan de mejora en su aspecto, su nutrición y lo mejor de todo, ellos lo perciben y a su modo, agradecen esta labor, que les permitió pasar ahora del infierno, a la gloria.