Banderitas, sombreros y más, revisten las Fiestas Patrias
MORELIA,Mich., 9 de septiembre de 2018.- En la experiencia de quienes se dedican a la venta de productos típicos de las fiestas patrias, los morelianos son ávidos consumidores de banderas, moños, corbatines, fajas, sombreros y de los tradicionales rehiletes.
Raúl, oferente ubicado frente al escudo de la Unesco, refirió que “durante estos días se llevan muchos moños, el corbatín, las fajas y las bandera. Los hombres son más de comprar bigotes, matracas y trompetas”.
Los principales consumidores son los pequeños, ya sea por gusto o porque en sus escuelas tienen proyectado un evento conmemorativo de la Independencia de México, costumbre de la mayoría de los centros educativos.
Tal es el caso de Jessica y Leticia, clientes de un pequeño puesto de la plaza Melchor Ocampo, quienes acudieron porque “vine a una banderita, a mi niño le gustan mucho” y “Acudí a comprar unos moñitos, gasté 60 pesos, pero fue únicamente por requisito para la escuela de mi hija”.
Los oferentes de plaza de Armas, Melchor Ocampo y de la cerrada San Agustín, también coincidieron que las ventas previas a la fiesta grande de México están “flojas”, pero esperan que los días 14, 15 y 16 la situación mejore.
Simón señaló “Los mejor días son del 14 al 16 y un poco el 29 y 30, porque ahorita está poquito bajo” y, añadió María del Rocío, lo mejor es el 16, porque la gente compra banderas para venir a ondearlas aquí a la plaza”.
El número de piezas que colocan en el mercado estos comerciantes de las fiestas patrias se ignora, ya que pese a la insistencia de abundar en detalles, evadieron la pregunta de manera reiterada, lo mismo que la lente de la cámara.
Dentro de esta fecha conmemorativa, los mexicanos han ido incorporando aquellos objetos que presumiblemente identifican al mexicano, pero cuyos principales atributos son de momentos históricos diversos al movimiento independentista.
Tal es el caso del sombre de ala ancha del norte, de los trajes típicos de las adelitas de la Revolución Mexicana y los bigotes pronunciados, todos de fines del siglo 19 y 20.
También los trajes de charro del vecino estado de Jalisco y los de China Poblana, que también datan de una época posterior a la restauración de la República del tercer cuarto del siglo 19.