Atletas bajo una bandera sin estigmas…
MORELIA, Mich., 8 de agosto de 2016.- Imposibilitados por circunstancias que no eligieron para levantar con orgullo la bandera que les viera crecer, durante su participación en los Juegos Olímpicos, diez atletas ahora son parte de la historia: conforman el primer equipo de refugiados del mundo.
En vista de su estatus y por seguridad ante su condición, estas personas no son identificadas como pertenecientes a una tierra en específico, sino como independientes en calidad de refugiadas, según lo estableciera el Comité Olímpico Internacional (COI) desde el 2 de marzo de este año.
En un principio, aproximadamente unas 40 personas eran aspirantes para la conformación del equipo, hasta que la selección se redujo a 10: dos del Congo, uno de Etiopía, cinco de Sudán del Sur y dos de Siria. Entre los talentos se encuentran seis corredores, dos nadadores y dos yudocas.
Para formar parte del equipo de Atletas Refugiados Olímpicos (ROA por siglas en inglés), los aspirantes igualmente debieron demostrar que tenían las condiciones para ello, como su facilidad o instrucción para el deporte que fueran a desarrollar, y estar verificado por las Naciones Unidas que realmente son refugiados.
“Como deportista y asilado puedo relativamente entender lo que se siente no poder representar a tu equipo, a tu país, con todas las de la ley. Entonces que les ofrezcan la oportunidad de sentir que representan algo, así sea con la condición de refugiados, debe ser un honor y un alivio. Una realización para cualquier atleta”, manifestó Francisco Pérez, corredor asilado político en Estados Unidos.
Los refugiados representan la bandera de los Juegos Olímpicos y su indumentaria es auspiciada por la Solidaridad Olímpica Internacional, a través del COI.
“Esta ha sido una decisión increíble, para aplaudir al comité organizador del COI, pues toda persona refugiada, inmigrante, asilada busca, entre tanto, aceptación, inclusión. Mientras tengas eso, sientes que formas parte del lugar de acogida, aunque no sea tu sitio de origen. Es una lección para quienes conozcan a estas personas, para el cultivo de la tolerancia, necesaria en un mundo que parece aún no lo termina de comprender”, apuntó el psicólogo Alfonso González.
Aunque en otras ediciones de los Juegos Olímpicos participaron personas refugiadas, estas no estuvieron calificadas como tal, y menos fueron conformantes de un equipo. He allí la novedad del 2016, darles certeza de que son parte de un grupo.
El portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Brasil, Luiz Fernando Godinho, declaró a El País que “los líderes mundiales no pueden contemplar por más tiempo tantas vidas siendo innecesariamente perdidas. Debemos encontrar medios humanos y dignos que garanticen que los refugiados no arriesgan su vida ni la de sus familiares”.
El evento multideportivo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en su edición 31, inició este 5 de agosto y se extenderá hasta el 21 de este mes, en el que se espera participen más de 11 mil atletas de 206 comités olímpicos nacionales, según datos de la página oficial del evento deportivo,www.rio2016.com.