Angamuco, plagada de víboras: director de Archivo Histórico
PÁTZCUARO, Mich., 28 de febrero de 2018.- Además de no ser identificada a simple vista ni siquiera por los lugareños, la zona de Angamuco, que dio a conocer a nivel mundial el diario The Guardian por un trabajo del antropólogo estadounidense Christopher Fischer, tiene una barrera natural: la abundancia de víboras, aseguró Fernando Mendoza Molina, director del Archivo Histórico de Pátzcuaro,
El director dijo que sin ser experto en arqueología, tiene conocimiento de la ciudad de Angamuco por una amiga arqueóloga, “ella y su marido estuvieron trabajando con el doctor Fischer desde esos años, 2007 o 2008, pero también hay antecedentes de que estaban haciendo investigaciones en la región”, dijo.
Dejó en claro que partía desde la especulación, “han de haber tenido alguna referencia o alguna noticia porque yo sé que no nada más investigaron en esa área, sino en otras partes más de la región como en el Cerro del Vado, que está entre Pátzcuaro y la desviación a la comunidad de Ihuatzio, hay un cerro que antiguamente era una isla, ahí es un sitio que tiene vestigios arqueológicos”, aseguró el director, quien indicó que supo que anduvieron investigando en toda esa área.
Mendoza Molina dijo que hay alrededor de 2 mil sitios identificados a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), “es importante que se conozcan, pero creo que también al darlos a conocer así de manera pública se corren algunos riesgos”, indicó en relación que “algunos intrusos tuvieran tentación, y fueran a saquear los sitios”.
“Vale la pena porque ayudaría a tratar de agilizar que esos sitios se pudieran trabajar, se pudiera obtener recursos para ponerlos en el conocimiento de la gente, para la visita de las personas”, dijo y explicó que en Michoacán no hay demasiadas zonas arqueológicas abiertas, solamente son siete y se están trabajando dos más, “hablar de cerca de 2 mil sitios es una cantidad muy pequeña".
Lo que es cierto también es que Michoacán está lleno de lugares arqueológicos, aseguró, y externó que en algunos casos el propio Pátzcuaro es un lugar que tiene vestigios arqueológicos, los cuales pueden ser apreciados de manera visual, dijo y se refirió al interior del Museo de Artes e Industrias Populares, “ahí hay pirámides, se pueden ver basamentos piramidales en el lugar. Pátzcuaro es el único lugar donde podemos ser testigos de ello, podemos verlo”, indicó.
Aseveró que se sabe que en el área donde está la Basílica de Guadalupe, el Antiguo Colegio Jesuita y el Templo de la Compañía, formaban parte de una gran plataforma y en los cimientos está lleno de vestigios arqueológicos.
El director señaló no recordar a la ciudad de Angamuco en La Relación de Michoacán, “no lo recuerdo, no es que no exista, pero yo ahorita no lo recuerdo”, reconoció y dijo que no era bueno aventurarse para decir si existe o no en dicho documento.
Explicó que en el caso de muchas zonas arqueológicas o donde hay este tipo de asentamientos, la gente que vive alrededor o incluso encima ni siquiera se percata de su existencia. Ejemplificó con San Miguel Nocutzepo, un pueblo ubicado entre Pátzcuaro y Erongarícuaro en una zona de piedras. Dijo que al igual que el INAH, él tiene la política de no dar a conocer los lugares porque los respeta, porque hay personas de la comunidad que le confiaron cómo encontrar estos sitios.
Otro caso, dijo, es un sitio en Santa María Huiramangaro, “el pueblo es más atractivo no por lo arqueológico, sino por una antigua iglesia con unos retablos hermosísimos que están en proceso de restauración”. Indicó que a cinco kilómetros de ese lugar está el pueblo original, “¿por qué a cinco kilómetros?, cuando se da una orden de congregar a los pueblos, lo que se pedía regularmente es que se alejaran de los sitios originales para que se refundaran los pueblos, y en este sitio tampoco está a la vista de las personas, por eso es natural y normal que hayan vivido toda su vida y no los logren identificar y no los vean”.
El también cronista de Pátzcuaro dijo que hay una barrera natural para que la gente no se acerque a estas zonas, “porque es un área donde habitan muchas víboras, lo mismo que en San Miguel Nocutzepo, por eso es que la gente no se acerca tanto”, explicó.