Amenazan inundaciones y deslaves a Morelia
MORELIA, Mich., 15 de julio de 2018.- Inundaciones y encharcamientos severos, constituyen dos de las problemáticas recurrentes que Morelia experimenta, especialmente durante la temporada de lluvias, con mayor posibilidad de afectación para cerca de 70 de las 900 colonias con que cuenta la capital del estado.
De acuerdo con el Plan de Intervención ante Fenómenos Hidrometeorológicos de Michoacán, en su versión 2013, la ciudad enfrenta la amenaza de inundaciones, deslaves, encharcamientos, afectación a viviendas y por la cercanía con canales, ríos, drenes y vasos reguladores.
Las inundaciones en Morelia, ocasionadas sobre todo por el desbordamiento de cuerpos de agua intraurbanos, se han detectado de forma histórica en asentamientos como Benito Juárez, Agustín Arriaga Rivera, Campestre Club Las Huertas, Gertrudis Sánchez, Medallistas Olímpicos, Chapultepec Sur, Ignacio Zaragoza, Prados Verdes, Carlos Salazar y los fraccionamientos Abasolo y Torremolinos, además del boulevard García de León y la avenida Poliducto.
En tanto que los encharcamientos se ensañan con zonas como el fraccionamiento Libertad; la salida a Quiroga, en el entronque de la avenida Madero Poniente con la avenida del Pedregal; la avenida Michoacán; la avenida Olivares de Tzintzuntzan, en las inmediaciones del estadio Venustiano Carranza; las calles Bucareli y Músicos de Tiríndaro, en la colonia Vasco de Quiroga; la colonia Arroyo de Tierras; la avenida Madero Poniente, a la altura del fraccionamiento Fidel Velázquez; el Libramiento Poniente; el Libramiento Norte, en la proximidad de la colonia El Realito; la avenida Camelinas, en el acceso a La Loma; la avenida Ventura Puente; la salida a Mil Cumbres; el boulevard García de León; la avenida Madero Oriente, en las inmediaciones de la gasolinera Poza Rica, además del área comprendida entre el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 149, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), la Escuela Normal de Educadoras, la Secretaría de Educación en el Estado (SEE) y el Colegio de Ingenieros Civiles.
Sitios como el cerro del Quinceo y las colonias Rafael Carrillo, Justo Mendoza, Ignacio López Rayón, Ampliación La Esperanza e Infonavit Hacienda de Tiníjaro son vulnerables a deslaves o corrimientos, mientras que la afectación a viviendas, específicamente a techumbres de éstas, se ha encontrado en la colonia Loma Colorada.
La presencia de la red hídrica y sanitaria de Morelia coloca en riesgo a asentamientos como La Mintzita, Benito Juárez, Nueva Esperanza y parte del fraccionamiento Tiníjaro, en tanto que la PGJE y la unidad deportiva Cuauhtémoc, mejor conocida como canchas de Policía y Tránsito, operan como vasos reguladores que almacenan el agua y reducen la posibilidad de inundaciones para otras colonias.
Vivir en una zona inundable
Guillermina García ha residido la mayor parte de su vida en la colonia Tres Puentes, en un inmueble de dos plantas que califica como cómodo, relativamente seguro y con buena comunicación y acceso a servicios; sólo le preocupan las inundaciones que la zona experimenta con la temporada de lluvias.
Este año ha observado encharcamientos que le entorpecen el paso a su hogar y que la ponen en estado de alerta, pero en años pasados debió enfrentar las inundaciones que se reportaron en el área y que causaron sus mayores daños en asentamientos como Carlos Salazar.
“Sí me preocupa vivir en una zona inundable, cada vez que llueve es una zozobra, primero porque tengo miedo de que nos volvamos a inundar; luego, porque cuando pasan las lluvias quedan los mosquitos, las calles dañadas, los drenajes tapados, situaciones que podrían parecer no tan graves, pero que los vecinos solucionamos como podemos porque si no sí impactan en nuestra calidad de vida”, explicó Guillermina García.
Cuestionada sobre por qué permanecer en ese lugar, Guillermina García aseguró que “no tengo otro lugar a dónde ir, ésta es la casa de mi familia, la tenemos desde hace años y no cuento con los medios para trasladarme a otra colonia”.
Una ciudad inundable
¿Qué factores originan el riesgo de inundaciones, encharcamientos severos y deslaves? La instalación de un núcleo de población en una zona inundable, la tendencia de la expansión de las ciudades en áreas de riesgo por la falta de planeación urbana, así como la presencia de población migrante estacional, son algunos de los elementos que inciden en la generación de peligro y en Morelia se identifican por lo menos dos de estos.
Guadalupe Bernal Trejo, en el análisis La Gestión de Riesgos de Inundaciones en la Administración Pública. Caso Morelia, presentado en el 20 Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional en México, celebrado en Morelos en 2015, expresó que “cuando la población crece más rápidamente que la capacidad de las autoridades urbanas o del sector privado para suministrar vivienda o infraestructura básica, el riesgo en los asentamientos informales puede acumularse rápidamente”.
Agregó que la trasformación urbana de Morelia ha sido anárquica, al romper el equilibrio demográfico y experimentar un crecimiento acelerado sin un orden territorial, fenómeno que inició en 1960 y que provocó que surgieran múltiples colonias con alta vulnerabilidad a inundaciones y encharcamientos severos.
Bernal Trejo precisó que por su topografía, Morelia siempre ha tenido espacios de riesgo ante los fenómenos hidrometeorológicos, pero la construcción de asentamientos, regulares e irregulares, en sitios no aptos para uso habitacional, ha acrecentado y agudizado este peligro.
“El problema es tan grave, que aun cuando no es temporada de lluvias existe el riesgo de que un fenómeno hidrometeorológico cause afectaciones a buena parte de la población”, reiteró Guadalupe Bernal.
Entre los eventos que en los últimos años han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Morelia ante las lluvias, las inundaciones, los encharcamientos y el desborde de ríos, drenes y canales destacan las inundaciones registradas en septiembre de 2003, que afectaron a 29 colonias de la capital del estado, así como a 17 municipios.
Asimismo, las lluvias atípicas que en agosto y septiembre de 2005 causaron el desborde de los ríos Grande y Chiquito, con daños a 25 asentamientos.
En 2013, las inundaciones perjudicaron en la ciudad a 34 colonias y cerca de 3 mil habitantes, mientras que en 2015 los daños se reportaron en 32 colonias de Morelia.