Amenazan insecticidas agrícolas a colonias de abejas

MORELIA, Mich., 9 de septiembre de 2018.- La aplicación de insecticidas neonicotinoides en cultivos agrícolas en el estado amenaza a las poblaciones de polinizadores, en especial, a las colmenas de abejas melíferas, alertó Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet).
Luna García expresó que se ha encontrado una disminución en las poblaciones de abejas melíferas atribuible al uso de neonicotinoides, sobre todo en la región aguacatera, el Bajío y la Tierra Caliente.
Agregó que para evitar la pérdida de los polinizadores y el daño a la producción de miel de abeja se pretende invitar a las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua) a la Mesa de Seguridad Ambiental.
Ello, con el objetivo de que ajusten a la nueva Ley General Forestal del estado los lineamientos sobre la aplicación de insecticidas para prevenir daños a los ecosistmas.
Así, se espera que las dependencias limiten la entrega de apoyos gubernamentales a los agricultores que no utilizan neonicotinoides.
Además, se prevé el retiro de estos agrotóxicos de los catálogos de plaguicidas aprobados y otorgados por las juntas locales de sanidad vegetal.
Ricardo Luna manifestó que para garantizar la erradicación del empleo de neonicotinoides se proyecta presentar al Congreso del Estado una iniciativa para su prohibición, ya que al momento únicamente se recomienda no recurrir a estas sustancias.
Destacó que la Semaccdet buscará promover otras alternativas al uso de insecticidas neonicotinoides, como la agricultura orgánica y los insecticidas no neoncotinoides.
En Michoacán existen 750 productores de miel de abeja, que generan cada año 4 mil 500 toneladas de este alimento, una actividad que podría verse en riesgo de desaparecer si continúa el uso de agroquímicos agresivos como lo son los neonicotinoides.
Los neonicotinoides afectan el sistema nervioso de los insectos, por lo que daña a las plagas agrícolas, pero también a polinizadores, como las abejas y las mariposas monarca, al matarlas y reducir su capacidad de orientación y su tasa de fertilidad.
Esto conduce eventualmente a la desaparición de la colmena.
Además, tienen el potencial de dañar a otros organismos, como insectos acuáticos, aves y peces, por lo que pueden alterar el equilibrio ecológico.