Alarma a Arzobispo creciente actividad criminal, pobreza y desigualdad
MORELIA, Mich., 30 de enero de 2024.- Lejos de disminuir es creciente la actividad de la delincuencia organizada, la pobreza, la desigualdad social, la corrupción, la falta de reformas en las políticas económicas, las deficiencias en el sistema de impartición de justicia y el desempleo, afirmó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
Durante la homilía de la misa por la paz de la provincia eclesiástica de Morelia, recordó que desde 2010, en la Exhortación Pastoral “Que en Cristo, nuestra paz, México tenga vida digna”, ya lo advertían, pero esa realidad, lejos de disminuir, continúa amenazando a los mexicanos.
“Sabemos que todos, iglesias, autoridades gubernamentales, organismos autónomos, sociedad civil y ministros de culto, estamos llamados a realizar nuestra propia aportación para la construcción de la casa común, bajo el resguardo jurídico que provee el Estado de Derecho, el cual debe garantizar una sana convivencia entre la población.
“La auténtica vida social, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar, aun ante lo complejo, nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales”, indicó durante la misa celebrada por la paz en la provincia eclesiástica de Morelia.
Señaló que el incremento de la intimidación y la proliferación incontrolada de armas, son contrarios a la moral y a la búsqueda de una verdadera concordia y desde la Plaza de la Paz declaró que la paz no puede reducirse al simple equilibrio entre la fuerza y el miedo.
Por ello, dirigió su mensaje a las familias, niños y adolescentes que viven en zonas de inseguridad o que han sido dañados por la violencia, así como a todos aquellos que se esfuerzan para que sus vidas y sus derechos sean protegidos.
“Vivimos en un mundo demasiado complejo y en rápido movimiento, nos encontramos cada vez más interconectados con los acontecimientos de los diferentes ámbitos sociales, pero contradictoriamente, también experimentamos lejanía, desconfianza y, hasta sospecha, para con los demás.
“Muy variadas formas de violencia amenazan nuestra vida contemporánea, no solo a través de las armas, sino también a través de las diferentes plataformas digitales y medios de comunicación masiva, los cuales tienen como fundamento la cultura de la injerencia y del descarte” criticó el jerarca de la Iglesia Católica.
Es por eso que se mantiene el exhorto a generar una cultura de diálogo y de paz y, citando al Papá Francisco, a vivir una actitud de franca y abierta amistad social en la que se construya una cultura del encuentro, capaz de superar las diferencias de puntos de vista que confrontan, para buscar más bien, la complementariedad y el enriquecimiento mutuo.