A la gorra no hay quien le corra... ¡es hora del recalentado!
MORELIA, Mich., 25 de diciembre de 2024.- El recalentado es la posibilidad de volver a probar los manjares de la cena de Nochebuena, pero realmente es la celebración de la Navidad, porque ¿Qué puede haber más motivo de Navidad que celebrar en familia, sin las presiones de etiquetas, sino simplemente por el placer de reunirse y comer?
Asistir al recalentado es retomar la fiesta después de la pausa. Aquí no solo es el pretexto para volverse a reunir, sino que verdaderamente la comida juega un papel importante, y si alguien anda crudo, qué mejor que llegar al recalentado, algo muy nuestro.
El recalentado nunca es temprano, o rara vez. Cuando empieza a entibiar el día aún no es prudente, lo es cuando se pone en alto el sol, ese es el momento de acudir a los recalentados, renovar bríos, sacarse las lagañas, y revisar qué tan fuerte se han impregnado los sabores tras el reposo.
No necesariamente quienes se reunieron en la cena de Nochebuena serán los mismos que estén en el ritual del recalentado. No. En muchas ocasiones llegan familiares apreciados con los que no se tuvo la oportunidad de reunirse en la celebración, y entonces a socializar comiendo lo del día anterior.
También llega uno que otro gorrón para deleitarse de lo que quedó, incluso hay seres despreciables que hacen como si fuera un Jueves Santo; la visita a las siete casas, y en cada una se atranca con algo, porque "a la gorra no hay quien le corra".
Existe además una subespecie (si no la reconoces quizá seas tú) que aprovecha el momento y se lleva unos tuppers o el clásico bote de yogur Lala, y al menor descuido ya está cargando las provisiones de las siguientes dos semanas.
Sea como sea, hay que aceptar que los próximos días se va a comer lo mismo, porque el objetivo es dejar vaciar las cazuelas, y claro, convivir dejando atrás la culpa del sobrepeso, uno de los auténticos fantasmas de la Navidad. Así que ¡feliz navidad para todos!.