Atractivos de Morelia arraigan a migrantes europeos
MORELIA, Mich., 24 de diciembre de 2013.- El despectivo “mugrelia” con el que algunos morelianos se refieren a la ciudad choca con el amor que le tienen los extranjeros quedecidieron quedarse a vivir aquí y algunos, incluso, renunciaron a su nacionalidad para ser morelianos.
Y no fue amor a primera vista hacia un sitio colonial, antes conocieron otras ciudades, otros países, pero decidieron quedarse para enriquecer la cultura, el arte, la ciencia, los deportes, los negocios y la libertad de cultos.
Aunque el estado y sobre todo la capital pueden considerarse cosmopolitas ya que la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) tiene registros de más de 11 mil ciudadanos de 88 países, son pocos los que eligieron quedarse, 402.
Uno de ellos es el doctor Olivier Sarbach Rodel, quien se dedica a investigar los enigmáticos agujeros negros, desde el Instituto de Física de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), donde además forma doctores en física.
“Soy físico teórico, trabajo en la física de los agujeros negros, mi trabajo no es experimental sino teórico y lo único que necesito es papel y lápiz, la computadora, tal vez, para escribir artículos y hoy día es fácil comunicarse con otros colegas en el mundo, por el Skipe.
“Me interesa la gravedad, entender la gravedad, un objeto típico es precisamente el agujero negro, hay muchas preguntas abiertas que uno quiere entender, por ejemplo si son estables los agujeros negros o no, con que frecuencias resuenan u oscilan, ese es el plan de trabajo pero también como trabajo en la universidad, aquí mi función es la formación de recursos humanos”.
El doctor Sarbach nació en Suiza, país que dejó hace 13 años y por su especialidad viajó, junto con su esposa a Estados Unidos, donde permanecieron cinco años y colegas mexicanos le hablaron de la posibilidad de trabajar aquí.
“Pensamos, con mi esposa, que sería una buena oportunidad para nosotros y nos mudamos aquí a Morelia, hace 8 años”.
-Y todavía piensan que fue buena idea?
“Sí, estamos contentos, es una ciudad preciosa, el Centro Histórico es muy lindo, a nivel cultural tiene mucho que ofrecer, a nivel de trabajo también, en lo general, estoy muy contento”.
Aunque el doctor Sarbach vive en el Centro Histórico no tiene queja de los morelianos y no puede evitar la comparación: “cuando uno viene de Europa donde hay más reglas, todo funciona bien, pero la gente es más estresada, aquí la gente, por lo general, es más relajada; le gustan mucho muchas las fiestas a los mexicanos, nosotros ya tenemos una hija mexicana y vamos a las fiestas, es una experiencia que no tendría en mi país, porque las fiestas son más pequeñas, menos impresionantes”.
Nika Jonicenoka, nunca pensó que andaría tan lejos de Riga, la capital de Letonia, donde nació pero su madre consideró que, ante el escenario violento por la independencia de ese país del bloque soviético, lo mejor era que sus hijos salieran del país.
“Seguramente conocen muy poco a este país aquí en México porque no hay todavía tanta relación entre Letonia y México. Creo que estoy solita aquí en Morelia, Michoacán, como representante de mi país o de mi cultura”.
Nika tiene ya siete años viviendo en Morelia y no solo es representa a su país sino que hace aportes a la música ya que trabaja en el Conservatorio de las Rosas donde da clases de piano, instrumento que toca magistralmente.
“Estoy muy contenta porque crecí me fortalecí y creo que traigo cosas buenas a este país por que toco piano, enseño artes, aparte creo que soy buena persona, así siento, lo que ven afuera no sé.
“Tengo niños alumnos de piano, trabajo con cantantes, a veces toco algo sola; realmente no tengo tiempo para mí, estoy ganándome la vida;estoy sola, claro, tengo amigos y a lo mejor busco formar familia en el futuro, si Dios quiere, como dicen, porque no sabe uno de qué depende pero trato de buscar la felicidad y traer la felicidad a las personas”.
Como música que es a la maestra Nika le gustó mucho el órgano de la Catedral Metropolitana, la cultura, el clima, la naturaleza, la mariposa Monarca aunque observa que, a veces, las cosas no están muy bien.
“Veo que pasan los soldados y duele mucho porque uno piensa ¿qué puedo aportar? hice un concierto y solté palomas pensando en la paz. Sufrí mucho cuando las bombas. Era un milagro que yo no estuviera en el centro porque me gustan mucho esas fiestas pero también podemos sobrevivir a eso, claro, yo no sé de política, pero superándonos a nosotros mismos yperdonándonos”.
Jorge Vilchez Pella dejó su país siendo un adolescente, vino a estudiar y no solo se quedó a vivir sino que se nacionalizó mexicano y ahora, cuando viaja a Perú, lo hace como turista.
“Llegue aquí en mayo de 1975, tuve la oportunidad de estudiar porque aquí tenía un familiar que estaba estudiando medicina. Busqué en varios lugares, México, el Estado de México, San Luis Potosí, Guadalajara y finalmente me quedé aquí en Morelia, en el Tecnológico”.
Se decidió por Morelia porque el hecho de tener aquí un familiar lo hacía sentir sino protegido, sí acompañado y la ciudad le fascinó: “los edificios, la catedral, las plazas, a mí encantan las plazas, de Armas, Valladolid, Las Rosas, Villalongín”.
Aquí cumplió la mayoría de edad, aquí se casó y tiene dos hijos que estudian y trabajan aunque, por el momento, vive solo, ejerciendo el periodismo, trabajo que considera complicado por las condiciones de violencia que prevalecen en el estado:
“Hay que hacerlo con mucha precaución, no meterse en camisa de once varas hay que ser más inteligentes, reflexivos, prudentes sobre todo, y manejar objetivamente la información, como la estamos viendo, como la estamos viviendo”.
Desde 1985 Jorge es mexicano por decisión propia, aunque estuvo tentado a regresar a su país y hasta intento hacerlo gratuitamente pero no lo logró y cuando pudo hacerlo ya no se animó. La anécdota es la siguiente:
“En los 80, había perdido mi documentación y no tenía nada que hacer aquí, me vi en la necesidad y acudí al Instituto Nacional de Migración, les dije: yo quiero regresarme a mi país, depórtenme, y me dijeron: mira muchacho, habla a tu casa, allá con tus familiares, que te manden tu boleto y cuando lo tengas te deportamos y finalmente me quedé aquí”.
El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Gerardo Rodríguez Téllez señaló que de acuerdo con el seguimiento que se da a los extranjeros con residencia temporal o permanente, son personas que tienen su documentación en orden, no se meten en problemas y más bien hacen una aportación a la ciudad.
“Si vemos el universo, lo que tenemos registrado y lo que la experiencia nos ha ido aportando vemos que es una fuerza muy importante en términos de cultura, económica y social. Tienen un nivel muy aceptable, hay muchos estudiantes, gente que está trabajando, gente preparada; hay empresas que traen personas por su conocimiento empírico y conocimiento teórico”.
Inclusive, comentó el funcionario federal poco a poco se han ido formando comunidades de extranjeros, tienen centros donde se reúnen, los cubanos y los chinos aunque entre estos últimos hay algunos que están de manera irregular.
“Es una raza muy unida, muy compacta y en ese sentido si tenemos un trato bueno con ellos, hay uno que otro donde hay algunas diferencias pero todo se debe a la dinámica socioeconómica, a las prisas, que se les olvida un papel, que no atendieron aquello pero vamos avanzando”.
Actualmente en la delegación del INM se tienen los registros de 537 estadounidenses, 205 colombianos, 187 chinos, 128 españoles 122 cubanos, 101 argentinos, 80 chilenos, 76 alemanes, 65 canadienses, 62 guatemaltecos, 54 peruanos y 52 venezolanos.
De ellos, 137 son residentes temporales con permiso para trabajar, 265 residentes permanentes, 13 se dedican actividades lucrativas, 177 ocupan cargos de confianza, 136 son profesionales, técnicos o científicos, 8 artistas o deportistas y 19 ministros de culto.