Madre y política: "secuestrado en 2012, no he vuelto a ver a mi hijo"
MORELIA, Mich., 10 de mayo de 2018.- Lideresa sindical, la única mujer dirigente de partido político en Michoacán, Nueva Alianza, Araceli Martínez Méndez no volvió a ver su hijo después de ese 1 de diciembre de 2012, en que fue secuestrado, cuando ella, apasionada de la política, actividad en la que ve una alternativa para lograr el desarrollo y la paz, era regidora en el ayuntamiento de Uruapan.
“Mi hijo pequeño no se casó, no estaba casado, tenía 28 años. Aunque aprendes a vivir con esto, esto no se puede superar. Me lo secuestraron el 1 de diciembre de 2012, exactamente cuando comenzaba este sexenio. Me he preguntado a quién culpar, a Felipe Calderón, Peña Nieto o al presidente municipal”, relató Araceli este 10 de mayo, entre reproche y súplica.
En el Día de las Madres, Quadratín Michoacán realizó un acercamiento a la vida de la única mujer que entre los nueve partidos políticos existentes está al frente de uno, Araceli Martínez Méndez, con la finalidad de conocer su experiencia de vida al combinar la maternidad con la política, actividad que, según analistas, es doblemente demandante para ellas.
Como mirando en un retrovisor, Araceli Martínez narró con detalles y digresiones en qué lugar, tiempo y espacio sucedió cada etapa de su vida y la de sus hijos: la sorpresa de la maternidad, el preescolar, la rutina, tres hijos, un esposo alcohólico, una familia y una vocación: el servicio a través de la política.
Así pues, Araceli combinó la maternidad con su pasión por la política: llevaba a sus tres hijos a la escuela al tiempo que en reuniones, foros y laberintos jurídicos pugnaba por mejores condiciones laborales para su gremio; después vendría a consolidarse en las filas de un partido político que actualmente dirige, y llegó a ser regidora de Uruapan.
En eso estaba Araceli cuando todos los infiernos se le aparecieron de pronto para robarle el alma, para siempre con el dolor más grande jamás sentido.
“Entré en una búsqueda esquizofrénica: investigué con todo tipo de gente, supe a dónde se lo llevaron y dónde estuvo; lo que la autoridad no pudo yo lo investigué; no soy masoquista, pero quisiera saber ¡quiero saber! Tenía 28 años, en junio cumpliría 33 mi querido hijo”, comentó entre lágrimas.
Originaria de Uruapan, Araceli Martínez es bien vista entre la comunidad: “jamás se le ha conocido en opulencia, al contrario”, relató un vecino de la ciudad aguacatera, quien incluso señaló que el joven desaparecido practicaba la religión budista, encaminada a la meditación y al pensamiento Zen.
Tras casi seis años de búsqueda de su hijo, Araceli cuenta que su participación en la política tiene que ver porque cree en sus fines, y porque el sistema actual requiere de políticos pensantes, que no tengan odio.
“Me dediqué a investigar; investigué, hice todo lo que una madre hace por ese amor inmenso que le tiene una a su hijo, y no pude verlo, darle un adiós o saber en dónde quedó mi niño; supe varias cosas, le entregué un expediente completo al entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y nada, hasta la fecha no sé nada”, dijo.
A pesar del trágico episodio Araceli asegura que sigue creyendo en la política, y que de verdad se requieren políticos con sensibilidad, que no sean corruptos y no estén coludidos con nadie, condicionó.
“Pero sé que esto es parte de la falta de valores, es una consecuencia de la pobreza, de esa brecha que hay entre ricos y pobres, y que esta gente que delinque lo hace por dinero, por no tener valores ni principios”, explicó.
Cuestionó Araceli Martínez que en su opinión hemos perdido esa capacidad de asombro, porque vemos los asesinatos y secuestros como “algo normal”; sé que esto en algún momento se tiene que terminar, que mucha gente que conozco esto se tiene que terminar y transformar en una paz social; esto no puede ser eternamente malo.
A pregunta expresa, confesó que cuando le toca hablar de este tema, inseguridad, miles de millones que le invierten, "siento una impotencia terrible, pero por eso sigo en la política, para sembrar, y con uno o dos siniestros que puedas evitar vale la pena."