En busca del prójimo(10)/Fernando López Alanís
En busca del prójimo (10)
Tiempos electorales. Somos adversarios no enemigos políticos. Vamos a considerar a los enemigos como suele tomarse vulgarmente: alguien a quien debemos temer porque busca hacernos daño, y del cual debemos defendernos porque estamos seguros de que procurará incluso llegar a matarnos; en conscuencia nosotros somos considerados enemigos de aquel o de aquellos a quienes suponemos enemigos nuestros, y por lo mismo peligrosos incluso para su vida misma; aunque en estos casos no hubiera odio de por medio, ciertamente no podemos hablar de ningún sentimiento positivo. Y así los juicios y sentimientos que se sienten por quienes se considera enemigos, son los mismos de ellos hacia nosotros. Total ausencia de amor al prójimo.
Si tomamos la palabra adversario en su sentido vulgar, entendemos que hay una competencia o un juego con otra persona o con otro grupo; competencia o juego que tiene reglas, respetadas, cuya vigencia es igual para unos y otros. Perder o ganar depende de capacidad, de organización, de razonamiento, de trabajo. Hay muchas posibilidades de amar a los adversarios, en cuanto prójimos.
Si un partido político y sus políticos miran a los demás como enemigos, serán a su vez temidos como enemigos, y el trato que dén a los demás, será el que reciban. Esa misma forma de acción y de reacción será la de sus seguidores, lo que llevará a inevitables confrontaciones a cual más violentas, pues no puede haber enemigos sin violencia, que lo mismo se manifestará en palabras, que en escritos, en dibujos, acciones, en todo, mediante los medios de comunicación, por ejemplo, o en la calle. Y no hay ninguna duda de que ésos serán precisamente sus comportamientos si llegan al poder.
Ya se ve, por el contrario, el comportamiento de quienes juegan a la política considerando a los demás como adversarios. Éstos son capaces de llegar a acuerdos, aquéllos evidentemente no. Algunos recordamos aquellas antiguas enseñanzas, que aunque parezcan difíciles políticamente, serán vigentes siempre y, si hablamos de competancias, resultarán constantemente triunfadoras antes o después: "evita las disputas, prevee los insultos, defiende la prevalencia de la razón". (Si te parece bien lo puedes reenviar o compartir hasta 1000000 de veces, incluso modificado para mejorarlo según tus pareceres) Que así sea.