De dreamer a soñador, un aprendizaje sin fronteras
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de noviembre de 2017.- Las pesadillas no terminan en este mundo atrapado por las redes sociales, solo son sustituidas por otras con cada amanecer noticioso. Al despertar nos damos cuenta de lo difícil que es soñar colectivamente desde la conciencia de nuestra compleja realidad mexicana.
Explica Milenio que, aunque dejó de ser nota de primera plana el anuncio que hizo Donald Trump, hace dos meses, respecto a la terminación del programa DACA, hoy el hecho sigue sin dejar dormir a miles de dreamers.
No puedo dejar de identificarme con sus temores al haber experimentado una situación similar en 1973. Después de residir legalmente 17 años en Estados Unidos, mi padre decidió volver a México. Al haber nacido en un pequeño pueblo, lo último que yo deseaba era migrar a la Ciudad de México.
Deportación legal obligada o repatriación voluntariamente impuesta por la familia, la pesadilla de abandonar el país que uno siente suyo es similar. Entre mis temores estaba el sentir que los sueños cultivados en aquella tierra de oportunidades serían sepultados por la realidad de un país “tercermundista”, según se referían al México de los años setenta tanto gobierno como sociedad.
Más información Milenio