Congreso de Michoacán, 10 años de la promesa de instalar un elevador
MORELIA, Mich., 27 de enero de 2025.- A pesar de haber sido anunciado hace más de diez años, el proyecto para instalar un elevador en el edificio principal del Congreso de Michoacán sigue sin concretarse.
Esta iniciativa, destinada a mejorar la accesibilidad para personas con discapacidad y adultos mayores, enfrenta un nuevo retraso bajo la actual 76 Legislatura, a pesar de que el periodo anterior dejó un presupuesto estimado cercano a los 900 mil pesos y avances en los permisos necesarios.
La propuesta inicial data de la 73 Legislatura, cuando se presentó como una necesidad urgente para garantizar la movilidad de sectores vulnerables.
Sin embargo, los trámites con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), requeridos por la naturaleza histórica del inmueble, detuvieron el proceso.
La 74 Legislatura no logró dar continuidad a los trabajos, y aunque la 75 Legislatura aceleró los trámites en los últimos meses de su gestión, no alcanzó a materializar la obra antes de concluir su periodo en septiembre pasado.
En Michoacán, las estadísticas reflejan una necesidad urgente de infraestructura accesible. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), una proporción significativa de la población enfrenta barreras físicas en su vida diaria.
Se calcula que al menos uno de cada cinco hogares tiene integrantes con dificultades para caminar, subir o bajar escaleras, mientras que la población de adultos mayores en el estado supera el 17 por ciento del total, lo que incrementa la demanda de espacios incluyentes.
A pesar de estas cifras, el edificio legislativo continúa representando un obstáculo para quienes dependen de una infraestructura adaptada.
La ausencia del elevador no sólo incumple una promesa de accesibilidad, sino que perpetúa las dificultades para los ciudadanos que diariamente buscan ejercer su derecho de acceso a este espacio público.
La instalación de un elevador, más allá de ser un compromiso legislativo, representa una medida mínima para avanzar en la inclusión de sectores históricamente relegados.
Sin embargo, la falta de continuidad en la implementación de proyectos a largo plazo constituye un obstáculo que afecta directamente a los grupos más vulnerables de la población.