Como una cubetada de agua fría, recibir diagnóstico de VIH
MORELIA, Mich., 1 de diciembre de 2018.- Hace seis años, Mari recibió una de las noticias más desgarradoras que ha tenido que afrontar en su vida. Fue diagnosticada con VIH, y en ese momento, el primer pensamiento que le cruzó por la mente, fue quitarse la vida.
La noticia le llegó como cubetada de agua fría, tres meses después de que su pareja muriera a causa de enfermedades oportunistas que atacaron su cuerpo, pues su sistema inmune estaba tan debilitado que había desarrollado el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), sin siquiera saberlo.
“Fue muy difícil. Ni él lo sabía, lo llevé al doctor y ahí me dijeron. Al enterarse, ya nada más me duró (con vida) cuatro días. Era el puro hueso, ya no tenía fuerzas. Me hice la prueba y también me entero que tenía VIH. Él era casado, pero su esposa no salió mal (seropositivo)”, comparte.
De 1985 a la fecha, se han detectado en el estado 7 mil 700 personas con VIH, de los cuales, cerca de 3 mil 500 (45 por ciento) han muerto a causa de enfermedades oportunistas, tras haber desarrollado SIDA, según reportes de la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM).
Durante los primeros nueve meses de este año, la dependencia estatal ha registrado 75 defunciones y 330 nuevas infecciones de VIH, principalmente en hombres, con 286 casos, lo que representa más de un 75 por ciento.
Sin embargo, los números podrían ser mayores, pues se estima que en el estado de cada 10 personas que viven con el virus, tres lo desconocen.
El momento más duro para Mari llegaría después, cuando fue rechazada por su propia familia tras enterarlos que era portadora del virus, generando en ella un sentimiento de soledad, abandono y de profunda tristeza.
“No me frecuentaban, fue una cosa muy triste para mí porque de tener todo su apoyo, de buenas a primeras me dejaron sola. En el momento en el que más los necesitaba me rechazaron. Solo tenía el apoyo de mi niña”, expresa, con una fortaleza admirable.
Poco a poco, su familia fue entendiendo que el VIH no se transmite por tener contacto con una persona infectada, utilizar los mismos utensilios de cocina o el mismo baño, aunque solo su hija es quien la acompaña desde el Oriente de Michoacán a la ciudad de Morelia para recibir sus consultas médicas.
Más del 95 por ciento de las infecciones por VIH ocurren a través de la vía sexual, es decir, por mantener relaciones sexuales sin protección, ya que el virus se encuentra en la sangre, fluidos vaginales, semen y el líquido preseminal, principalmente en personas de 24 a 44 años.
El resto sucede por la vía perinatal, es decir, de madre a hijo, durante el parto o la lactancia; y entre los usuarios de drogas intravenosas, ya que existe el riesgo de que se compartan jeringas infectadas con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
Actualmente, Mari tiene 44 años, y durante este tiempo ha aprendido que vivir con VIH no significa una sentencia de muerte, gracias a que se ha apegado al tratamiento retroviral que recibe en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS).
“Me siento bien, normal, como cualquier persona. Solo tomo una pastilla al día y desde hace nueve meses me dieron la noticia de que me encuentro indetectable. La doctora me explicó que va todo muy bien, de maravilla”, menciona con evidente alegría.
El departamento de Enfermedades de Transmisión Sexual y SIDA de la SSM, reporta que desde 1996 se ha logrado disminuir en más de un 60 por ciento el número de defunciones de personas con VIH/SIDA.
Se estima que en Michoacán, dos de cada 100 personas mueren al año a causa de enfermedades oportunistas; mientras que en el país, la tasa indica que son cuatro de cada 100.
Mari agrega que, afortunadamente, durante los seis años de vivir con VIH no ha sido víctima de actos de discriminación o rechazo por parte de otras personas, en su empleo o en instituciones públicas de salud, pues prefiere reservarse su diagnóstico.
En 2016 y 2017, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) recibió tres quejas por presuntas violaciones a los derechos humanos de personas que viven con VIH/SIDA.
Las quejas fueron en contra de la Secretaría de Educación (SEE), el IMSS y la directora del departamento de Enfermedades de Transmisión Sexual y SIDA de la SSM, Juana del Carmen Chacón.
Esta última derivó en la recomendación 090/2017 y fue dirigida a la Secretaría de Salud en Michoacán (SSM), al acreditarse violaciones al derecho a la igualdad, misma que fue aceptada, pero no cumplida.
“Es difícil, pero queriendo se puede todo. Yo soy madre soltera y así le he echado ganas, aunque de primero me fui para abajo. Mi hija, es la que me hace salir adelante, es la que me necesita. Nunca me ha dejado, es la única que me ha acompaña siempre”, concluye Mari.