Cierra 75 Legislatura y despide a 307 empleados; a finiquitos, 30 mdp
MORELIA, Mich., 15 de julio de 2024.- La 75 Legislatura del Congreso de Michoacán cerró sus puertas y despidió a 307 trabajadores de confianza. A liquidaciones y finiquitos destinará una bolsa de alrededor de 30 millones de pesos, con el compromiso público de que se respetarán los derechos laborales.
La mañana de este lunes, trabajadores del Congreso de Michoacán hacen fila afuera de la Secretaría de Finanzas y Administración del Poder Legislativo, que encabeza Rocío Pineda Gochi, ante quien acuden para recibir sus cheques de liquidación, puesto que, a diferencia de los diputados, ellos ya no cobrarán lo que resta de julio, agosto, ni la primera quincena de septiembre.
En entrevista con Quadratín, el diputado de Morena, Juan Carlos Barragán Vélez, integrante del Comité de Administración, precisó que, en términos del acuerdo establecido con la Junta de Coordinación Política y la Secretaría de Finanzas, solo se dará de baja a los trabajadores que llegaron con ellos el 15 de septiembre de 2021.
Ante la denuncia de algunos trabajadores del Congreso del Estado, quienes tienen una antigüedad de 18 años y ven en riesgo su patrimonio laboral, Barragán Vélez negó que exista intención de dar de baja a empleados ubicados en alguna otra categoría contractual, y subrayó que el acuerdo es terminar la relación laboral con los 307 trabajadores de confianza.
Desde el pasado viernes, la 75 Legislatura concluyó el último periodo ordinario de sesiones y, a menos que suceda alguna emergencia, ya no estará obligada a sesionar, por lo que esa pudo haber sido la última ocasión en que varios de los diputados ocuparon su curul, ya que formalmente el Poder Legislativo se convocará hasta septiembre a la sesión de instalación de la 76 Legislatura, electa el pasado 2 de junio.
Con su salida, los diputados se llevan consigo a los 307 trabajadores de confianza que trajeron al inicio de su gestión, lo que pretende evitar un aumento en la nómina del Congreso del Estado, cuya burocracia, junto con las prerrogativas y dietas de los diputados, la han convertido en una de las más caras de la República Mexicana.