Acciones afirmativas, entre la farsa y la simulación: expertos

MORELIA, Mich., 9 de abril de 2025.- Las acciones afirmativas son indispensables para la consolidación democrática, pero si no se acompañan de estructura, diagnósticos reales, recursos económicos y cultura política, corren el riesgo de convertirse en meras ficciones, advirtieron especialistas durante la mesa sobre acciones afirmativas del Segundo Congreso Internacional de Ciencias Jurídicas “Los nuevos derroteros del derecho y la justicia”.
Estoy convencido de que los tribunales nos hemos equivocado en muchos lugares. Así de claro lo digo”, expresó el magistrado Alejandro David Avante Juárez, quien fue autocrítico con la forma en que se han implementado estas medidas. “Estamos decididos a comprarnos que esto está funcionando cuando en realidad no está funcionando”, sostuvo.
Avante Juárez planteó que muchas acciones afirmativas, como las candidaturas reservadas, se promueven sin remover los verdaderos obstáculos estructurales que enfrentan las personas en situación de vulnerabilidad. “No se remueve un obstáculo para hacer política obligando a un partido político a postular”, afirmó. “Lo que se hace es ponerle una carga al partido, que va a hacer todo lo posible por seguir actuando igual”.
Criticó que los partidos políticos improvisan postulaciones sin haber construido cuadros desde la base y, en algunos casos, incurren en simulaciones o suplantaciones. “Esto perpetúa la discriminación”, advirtió. Propuso en cambio que los institutos políticos generen estructuras internas reales y destinen parte de su financiamiento público al empoderamiento de estos grupos, como ya ocurre con el financiamiento etiquetado para mujeres.
Por su parte, Carlos González Martínez insistió en que las acciones afirmativas son inherentes al sistema electoral y que la inclusión es parte esencial de la democracia. “Sin inclusión que incluya, obvio, a la representación, a la participación de las mujeres, no hay democracia en el mundo actual”, declaró.
Advirtió que los logros alcanzados en materia de participación política incluyente no están garantizados y que pueden revertirse si no se defienden.
No todo está dado de una vez y para siempre”, señaló, al destacar el contexto global de retrocesos en derechos humanos, especialmente en género y diversidad sexual. “Hay que reconstruir lo logrado, no necesariamente todo lo decidido está bien, pero hay que evitar que se destruya”.
González Martínez llamó a entender la inclusión como el derecho de todas las personas a participar plenamente en la vida social, económica, política y electoral. “En sociedades excluyentes, la inclusión es casi una actitud revolucionaria”, expresó.
Ambos ponentes coincidieron en que las acciones afirmativas deben ser temporales, pero efectivas, y estar orientadas a remover desigualdades estructurales, no a simularlas.
La ausencia de condiciones mínimas como acceso a la salud, la alimentación o la seguridad, afirmaron, impide que la ciudadanía participe plenamente en la vida democrática del país.