A debatir y proponer llama Gerardo Herrera, no a campaña de demagogia
MORELIA, Mich., 18 de abril de 2018.- Al señalar que el dinero público en campañas no debe desperdiciarse solamente en hacer circular la foto de los candidatos, el abanderado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) al Senado, Gerardo Herrera Pérez, urgió a los partidos a organizar debates para que los ciudadanos valoren entre la propuesta argumentada y la mera demagogia.
En entrevista con Quadratín, Gerardo Herrera consideró que los principales impulsores del debate entre candidatos no deben ser ni las autoridades electorales ni los propios contendientes, sino los partidos políticos, debido a que no son los facultados para ello.
“La autoridad electoral local no puede organizar un debate, puede promoverlo pero no organizarlo, no es su facultad de ley, así lo dice el reglamento; son los partidos los que se tienen que poner de acuerdo en el día, lugar y hora, así como el formato, reglas y temas a debatir”, comentó Gerardo Herrera.
Al recordar que la información es un derecho humano que en el contexto electoral debe reivindicarse con mayor ahínco para incidir en la emisión del voto razonado, señaló que el recurso público que están recibiendo los candidatos debe servir para informar verdaderamente y no solo para hacer circular sus fotografías por todo el estado.
“Hoy los candidatos están recibiendo recursos públicos y éstos tiene que servir para poder informar a la población: qué hemos encontrado, qué hemos encontrado en nuestras visitas, cómo pensamos resolverlos a partir de proyectos y políticas públicas que permitan mejorar los diagnósticos en derechos humanos, la igualdad de género y otros”, comentó.
Más que dolo de partidos y candidatos en contienda, Herrera Pérez atribuyó el desinterés a impulsar el debate público, y a limitar la campaña a la promoción mediática, a un temor a abordar algunos temas que se tendrían que llegar a poner sobre la mesa desde una perspectiva teórica, epistemológica y conceptual, que resulte en un discurso crítico, analítico y verdaderamente propositivo, no basado en la simple demagogia.