Agenda de Estado, tarea obligada en las democracias modernas: Fidel Calderón
MORELIA, Mich., 14 de marzo de 2011.- Es necesaria una agenda de Estado consensuada entre los actores políticos, económicos y sociales para el próximo mandato de gobierno, manifestó Fidel Calderón Torreblanca, Secretario de Gobierno, quien a la vez puntualizó que esas coincidencias básicas que se plasmen en un acuerdo, no tienen porque cancelar los derechos políticos de los ciudadanos.Resaltó que la agenda de Estado es un tema obligado, dado que las democracias modernas tienen agendas en las que que independientemente del partido político que arribe al poder, el país, el estado nación sigue aplicando programas que permiten profundizar en el desarrollo nacional. Esa agenda de estado, dijo, no es solo una buena propuesta sino que “a mi juicio es un tema obligado, en el caso de México y particularmente en el Estado de Michoacán”.El responsable de la política interna manifestó que en las reuniones que ha sostenido con los empresarios ha tratado la necesidad de una agenda común que contemple los temas básicos, en donde todos los actores políticos, económicos y sociales coincidan para impulsar de manera más firme en el desarrollo del estado, sobre todo frente a un periodo tan corto de mandato, como lo será el próximo de tres años con siete meses y medio.Apuntó que el tema de la candidatura única es el que “se antoja bastante difícil”, porque pareciera que lleva implícito la cancelación de derechos ciudadanos y eso “es lo que nosotros no compartimos”.“No estamos de acuerdo en un procedimiento que limite los derechos de los michoacanos”, que tanto han costado a este país ejercer para que sean los ciudadanos los que de manera individual nombren y elijan a sus autoridades, insistió el servidor público, en la entrevista en el marco del Tercer Informe de actividades Legislativas del diputado Raúl Morón OrozcoEn su participación desde la tribuna, el servidor público resaltó que ya hace mucho tiempo que en México se dio esa discusión y decidió la mayoría que fueran los ciudadanos los que nombraran a los gobernantes, no un grupo de nobles ni de notables, ni siquiera que se transfiera el poder por derechos de sangre.Rememoró que en alguna época, quienes pretendían instaurar una monarquía trajeron a Maximiliano y a Carlota y en esa lucha se derramó sangre de mexicanos y mexicanas ganaron quienes lucharon para establecer una República y perdieron los que promovieron una monarquía en territorio mexicano.