Trump vs FBI, guerra total
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de mayo de 2017.- Keith Schiller, un hombre cincuentón, alto, de pelo rasurado y complexión fuerte, llegó el martes a las 5 de la tarde a las oficinas del FBI con un sobre amarillo en la mano, a entregar al despacho del director, James Comey. Dentro estaba la carta de “despido, efectivo de forma inmediata” a un Comey que a esa hora estaba en Los Ángeles, en la costa opuesta. Se enteró de la noticia a través de una pantalla de televisión y al principio pensó que era una broma de mal gusto.
De acuerdo con El Universal, el presidente Donald Trump eligió a Schiller para que, en un gesto que recordó a las tácticas mafiosas de las películas de Hollywood, hiciera de mensajero de una decisión fulminante e inesperada. Podría haber elegido a alguien más joven, más inexperto, pero prefirió que fuera el jefe de operaciones del Despacho Oval, el ex director de seguridad de la Torre Trump, su guardaespaldas a tiempo parcial y ex detective de la policía de Nueva York el que hiciera los honores. Un hombre “fuerte como un buey” y “extremadamente leal”, como le definen ex colegas suyos.
El martes, el presidente decidió acabar de improvisto con un Comey que para muchos le entregó la Casa Blanca, pero que él veía cada vez más como un estorbo y una potencial astilla que, si no se removía de inmediato, se iba a enquistar en su mandato.
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