Periodismo en el mundo: entre censura, amenazas y miedo a la muerte
MORELIA, Mich., 13 de julio de 2024.- Ejercer actualmente el periodismo es una actividad de alto riesgo, ya que los entornos violentos que se viven en muchos países, y en naciones en guerra, agudizan el peligro para los comunicadores, sobre todo quienes se dedican al periodismo de investigación y de cobertura de conflictos bélicos.
Como parte del panel Ejercer el periodismo en entornos violentos, la periodista colombiana Lina María Peña, relató su experiencia de persecución política del gobierno de su país por impulsar un periodismo didáctico, que enseñara a los ciudadanos a analizar la situación de engaños que se vivían constantemente, y eso a su gobierno no le pareció.
"Cuando no mueres en la guerra, lo que no te mata te hace más fuerte, y creo que tener el miedo a morir es el último miedo que tenemos cuando experimentamos tantas cosas que pasan en contra de la libertad de prensa; en Colombia hemos enfrentado cerca de 468 ataques a la prensa.
"Pero la violencia se ha tornado en otros aspectos más difíciles, como luchas con grupos armados, grupos subversivos, con narcotráficos y ahora hasta con gobiernos que deberían garantizar tu trabajo como periodista".
Por su parte el periodista Alberto Peláez indicó que en su experiencia de cobertura de guerras hay muchos factores que prevalecen y ponen en riesgo la vida de los periodistas por el entorno de peligro, ya sea por el ambiente bélico o de los sujetos que mediante hostigamiento controlan la información que se difunde, y para evitar exponerse más.
"En la cobertura de guerra interviene un factor que es la censura, y muchas veces los periodistas que estamos en la guerra tenemos censura, negociar, dar dinero en los filtros en los países para proteger nuestro material, pero también la autocensura; creo que jamás el ser humano había estado más cerca del abismo, del averno".
El periodista Pablo César Carrillo ha vivido guerra, pero la que se libra en México, con el narcotráfico en varios estados, específicamente el 35 por ciento del territorio mexicano, y que ha implicado también un entorno inseguro para los periodistas que investigan el nexo político con el crimen organizado, que ha derivado en amenazas, desapariciones e incluso la muerte.
"Sinaloa, Tijuana, Tamaulipas, Guerrero, Juárez, Zacatecas, etcétera; el 35 por ciento del país, según Estados Unidos, está bajo control del narcotráfico, y no sé si sea una guerra en sí, pero al final de cuentas es un conflicto entre nosotros, entre malvados contra el estado y la sociedad en medio".